LEÓN, GTO.- Uno 500 médicos y estudiantes de medicina marcharon ayer por la principal avenida de la ciudad hasta llegar a la Presidencia Municipal, donde manifestaron su repudio y dolor por la muerte de Paulina Méndez, la médico residente del Hospital Regional que murió apuñalada por un asaltante el domingo pasado.
La marcha comenzó a las 11de la mañana sobre la calle 20 de enero, a pie del Hospital General Regional, donde Paulina ganó vidas, pero terminó perdiendo la suya.
La ola blanca, compuesta por médicos del HGR, de las clínicas T-48 y T-1, así como estudiantes de medicina de la Universidad de Guanajuato, llegó hasta el bulevar López Mateos y enfiló hacía la clínica de T-1 del Seguro Social, teniendo como avanzada un ambulancia.
Al llegar a la T-1 más batas blancas se unieron al contingente, luego dieron vuelta para incorporarse al carril contrario y seguir hasta el Parque Hidalgo, donde guardaron un minuto de silencio por Paulina y soltaron globos blancos justo en el lugar donde fue asesinada.

Foto: Omar Pereira

Finalmente los médicos llegaron hasta la plaza principal de la ciudad, ahí hicieron un circulo y la doctora Lorena Candelas leyó un carta de despedida para su amiga y compañera de trabajo, a quien con cariño siempre llamó, Pau.
“El discurso que a continuación emitiré es en representación de todos los miembros de l movimiento Pasa la Voz, iniciaré por describir a la persona que inició este movimiento, el día 26 de octubre del 2014 a las 21:30 horas aproximadamente, la cual horas antes había entregado cuerpo y alma en el Hospital General de León, estando de guardia, salvando piernas, brazos, manos y vidas de gente desconocida, que si bien ella sabía que eran pacientes, en su mayoría, que no son respetuosos de la salud y dignidad de otros, lo que ella no imaginaba, es que horas más tarde entregaría su corazón a Dios, cuando uno de estos tantos criminales que ahora abundan en esta ciudad, le quisieran arrebatar algo material, y de paso, dejarle una huella que hizo que Pau luchara por dos horas más, no quizo entregarle la vida a ese delincuente, luchó por entregársela a Dios en paz y en el lugar donde tanto trabajo, no imaginamos su agonía, pero hasta en eso, Pau eres admirable, porque hasta en ese momento no dejaste de luchar. El siguiente escenario, es el de los médicos y personal de salud de guardia, esa impotencia de ver como la vida de una amiga se iba de sus manos, es inimaginable, lo que es tangible y lo que es real es lo que Pau dabe en vida, como la entrega a su trabajo, su amabilidad, un saludo y una sonrisa, sus conocimientos y su habilidad quirúrgica para que, como dije antes, salvara vidas desconocidas, por qué, porque ella como todos nosotros, somos elegidos de Dios, porque tenemos ese don cada quien a su manera. Pau dejó un legado, así como en vida logró la unión, no sólo de sus compañeros de trabajo, al marcharse logró la unión de toda una ciudad, wow Pau, te admiramos, lograste que levantáramos la cara y que unáramos fuerzas para que el culpable no quede impune, nos dejas con sentimientos encontrados, por un lado, sabemos que e fuiste derechito y sin escalas al cielo, por algo Dios te quiere a su lado, debes de terminar algo muy bueno allá por nosotros y, por otro lado, nos dejas una sensación de coraje, impotencia, y repudio a la indiferencia, ni uno más, pasa la voz, tus padres y tu familia, a los cuales toda una sociedad le enviamos nuestras más sentidas condolencias deben estar orgullos de haber criado y educado a una mujer que todos los que tuvimos mucha o poca oportunidad de tratar reconocíamos a distancia esa calidez y calidad humana. Te vas a un lugar mejor y desde allá nos estarás esperando con esa sonrisa que todos recordaremos, gracias Pau, un aplauso para Pau”, ese era el contenido de la carta

Foto: Omar Pereira

Luego de esto, los profesionistas intentaron entrar a la Presidencia Municipal, pero una barricada de policías se los impidió.
Al respecto, el doctor Héctor Medina comentó lo siguiente; “de entrada muy mal hecho, porque venimos tranquilamente, estamos pidiendo que nos dejen pasar, como ciudadanos creo que tenemos derecho a pasar, no se cuál es el miedo, para qué tantos policías, si sólo somos, vamos a pasar cuatro médicos, cuatro residentes, entonces, no sé que tengan qué esconder”, reclamó el médico de la clínica T-1 del Seguro Social.
Luego el continente se dispersó entre la plaza, las batas blancas buscaron las pocas sombras disponibles esperando resultados del dialogo con las autoridades municipales, a las que básicamente les solicitaron seguridad dentro y fuera de los hospitales.