NATAL, Brasil.- Hay que hacer patria, ni un robo gigantezco ni un méndigo viernes 13 iba a poder detener a un equipo que parecía nuevo, operado para tener una cara nueva. Una selección irreconocible para bien se paró la cancha de Natal para derrotar a Camerún por la mínima en el debut mexicano en el mundial. Bendita lluvia, ¡grande Tlaloc!, te debemos una.

La neta, nadie puede decir que no se sorprendió con el arranque del Tri, aunque Alex Lora y CIA., se enojen, ¿Dónde estaba este México? Seguro Nishimura, el árbtrio japonés más querido de Brasil, se lo había robado.

Y es que la verdad el equipo del “Piojo” se contagió con la energía de los más de 40 mil aficionados que saturaron las graderías del Arena Das Dunas para convertirlo en una sucursal del Azteca pero un poquito húmeda por la lluvia tamaño diluvio que se dejó sentir.

Apoyo total para Peralta desde el graderío brasileño.

México se comportó como nunca, tuvo solidez defensiva y mucho movimiento ofensivo pese a las dificultades de enfrentarse contra una barrera de cameruneses tipo cadeneros que nomás dejaban pasar a Layún, así bien raro, tal vez con la confianza de que nomás no iba a meter un centro bueno, como le pasó un sinfín de ocasiones.

Robo 1: La sorpresa

Pero lo gacho no es que no llegara el gol, es que cuando llegó fue anulado erróneamente. Habían advertido que la inseguridad y los robos andaban densos en Brasil… pero no manchen, ¡nadie dijo que los amantes de lo ajeno estaban adentro de la cancha!

Y es que la neta hay algo que la FIFA parece no entender, si quieren espectáculo deben brindar las condiciones con una terna arbitral que esté a la altura, no ladronzuelos que coarten toda chance de tener un buen partido.

En resumen, Giovanni Dos Santos se quedó con las ganas de marcar.

Robo 2: El remake

La neta los mexicanos somos bien caquines, chance y alguien le dijo al asistente 1, Humberto Clavijo, que en México ya lo andábamos nombrando persona “non grata”, por eso se vengó y se discutió con otro tanto anulado… para colmo, también de Giovanni.

Justo cuando más peligroso se veía Camerún, el árbitro colombiano madrugó a todos y alzó la banderita para callar a todas las oficinas de nuestro país que ya gritaban gol alzando sus papeles, folders, plumas y termos con café al más puro estilo “Godinezco”. Lo de Clavijo fue una acribillada nivel warrior, olvídense del petróleo, el juego nos lo andaban robando bien gacho.

Segunda mitad de infarto

Para la segunda mitad, el encuentro inició un tanto ríspido, Wilmer Roldán, árbitro central y parte importante del cuadro camerunés, se ahorró una tarjeta roja para Song que se la había ganado por desconchinflarnos a Dos Santos.

El celayense José Juan Vázquez se lució y tuvo una actuación destacada.

Tras un par de jugadas complejas y un disparo desviado de Ekotto que a nada estuvo de meterse a la meta de Paco Memo Ochoa, los nervios se dejaron de lado al minuto 60.

Sin ser la más brillante de las jugadas (equis, nomás quiero ser diferente) Oribe, el “Hijo Favorito” de la nación, empujó la pelota para marcar el primer tanto de México en el Mundial luego de una serie de rebotes tras un disparo de Dos Santos. Ahora sí, volaron los folders y las hojas recién impresas en las oficinas mexicanas que a coro entonaron el “Cielito Lindo” en hora laboral.

Al chile, para los últimos 10 minutos de partido el oxígeno se redujo en todo el territorio nacional dado que el Tri perdió la esencia y comenzó a sufrirle machín con dos tres chances de gol incluido el lance de Paco Memo que se lució posando para la foto deteniendo el corazón de millones.

Del “Chicharito”… de su falla al final del encuentro pues… ni qué decir, lo bueno es que el chamaco tiene salud y que Layún demostró que uno de cada 35 centros va a ser peligroso.