LEÓN, Gto.- Estaría chido suponer que seguro y todo estaba planeado ¿no?, imagínese que el hecho de que León iniciara perdiendo el partido ante los Pumas, con el grosísimo error de William Yarbrough era parte del plan perfecto para llenar de ilusiones los corazones de los aficionados Pumas y luego arrancarles las esperanzas de tajo nomás por puro placer, que loco. La realidad es que la Fiera le dio la vuelta y sumó tres puntos más como local tras imponerse a los Universitarios por dos goles a uno.

Seamos bien sinceros banda, entre la lluvia y la poca llegada del León en el arranque del partido, las posibilidades de que el equipo de Matosas recuperara el buen paso eran pocas; Pero para rematar bien chido, para que quedara bien clarito que la neta, los Esmeraldas no tenían con qué competir en un inicio, llegó William Yarbrough para recordarle a su afición que así como le gusta pondere el traje de súper héroe, le late ser villano y parece que le va mejor.

Y es que el rubio cancerbero cometió otro penoso error de esos que neta nomás se ven en la MLS o en la extraordinaria liga de Belice; Yarbrough aflojó las muñecas y la pelota se introdujo penosamente en su arco tras un remate de Darío Verón, el mismo morro que, en los primeros minutos del complemento se la rifó como un crack e impidió a toda costa el empate.

La verdad, pese a que hubo dos tres chancitas de gol para los Verdes, una salvada por el arquero universitario Alejandro Palacios, León no daba las muestras de estar pasando su mejor momento, por ello la estrategia pasó a aguantar un ratito para lanzarse con todo al segundo tiempo.

El inicio del complemento fue justamente como se esperaba, intenso para León y complicado para los Pumas; La Fiera se puso bien loquilla y la neta le buscaba por todos lados una chance de gol que nomás no caía.

En medio de la lluvia que poco mermaba los ánimos en las tribunas que, por cierto, no se llenaron, los Verdes seguían tocando la puerta de los Universitarios pero tipo a patadas, muy al estilo del típico “ábreme vieja”.

Pero si el gol de los locales no iba a llegar por méritos propios, había que echarles una manita, una patita, técnicamente, pues justamente el defensor de los auriazules, Luis Flores se encargó de enviar la pelota hasta el fondo de su propio arco con un remate que neta le envidió Boselli durante todo el encuentro.

Con el gol, el amo del banquillo Esmeralda, Gustavo Matosas se puso chido y comenzó a mover la estrategia enviando a Derley a la cancha; El carioca entró para hacer pedazos a los Pumas, neta, sin bromas, ese morro demostró que la mente fría siempre será su principal prioridad.

Y sin embargo, el marcador seguía empatado en uno, faltaba la obra maestra de Miguel Sabah. Y es que el atacante se alocó machín, neta machín, y clavó un golazo con un remate de cabeza bien pensado, complicado, pero bien logrado. Era el gol que daba la victoria a los Verdes y convertía el estadio en una verdadera locura.

Sufrido, muy al estilo de los últimos partidos de los Esmeraldas, pero hubo tres puntos más para los Esmeraldas que son literalmente oxigeno puro, y del bueno.

Este viernes el equipo inició su viaje a España para enfrentarse el próximo lunes al Barcelona por el trofeo Joan Gamper en el mismísimo Camp Nou catalán.