LIMA, PERÚ.- El gobierno de Perú dio a conocer una lista de 487 personas que recibieron una dosis de la vacuna china contra la COVID-19, entre esas personas se encuentra la excanciller y la exministra de Salud, quienes aprovechándose de sus privilegios se pusieron la vacuna antes que al resto de la población.

El presidente de Perú, Francisco Sagasti dijo estar furioso por la actitud de estos funcionarios que se aprovecharon de su posición para vacunarse, por lo que faltaron a su deber como servidores públicos. 

Cabe mencionar que este escándalo generó indignación en el personal médico y sanitario y abrió la llaga que el gobierno anterior dejó, pues el exmandatario Martín Vizcarra se vacunó, junto a su esposa y hermano en secreto, antes de dejar la presidencia. Cabe señalar que Vizcarra fue destituido el pasado noviembre por presunta corrupción. 

 Por su parte, la excanciller Elizabeth Astete renunció a su puesto este domingo, luego de admitir que se había vacunado en secreto porque “no podía darse el lujo de enfermarse”. Además, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti también dimitió, pero ella ocultó haberse vacunado. 

Las declaraciones de Mazzetti causaron gran indignación, pues ella era considerada una heroína local por su lucha contra el coronavirus y apenas hace una semana había dicho en conferencia de prensa, frente al presidente, que ella obtendría la vacuna sólo hasta que todos los trabajadores de salud estuvieran inmunizados. 

“El capitán es el último que abandona el barco… los que estamos a la cabeza de las instituciones tenemos que dar el ejemplo para esperar nuestro momento correctamente”, fueron las palabras de Mazzetti. 

Ante esto, los partidos en el Congreso opositor decidirán este martes si se creará una comisión investigadora sobre la vacunación secreta de funcionarios. 

Este escándalo ha pegado más, pues Perú es un país marcado por la desigualdad, donde no hay oxígeno para miles de afectados que agonizan en casa porque los hospitales no tienen espacio para más pacientes y donde han muerto 43,703 personas por covid-19, siendo la mayoría personas sin privilegios y funcionarios que se encuentran en la línea de fuego: 310 médicos, 125 enfermeras y más de 500 policías. 

“Se aprovechan de sus cargos, se confirma que la prioridad no fueron los colegas de las unidades de cuidados intensivos que enfrentan a la muerte 24 horas seguidas sin alimentarse, ni ir al baño”, denunció el presidente de la federación médica peruana, Godofredo Talavera.