DAMASCO, SIRIA.- El país sumido en una guerra civil hizo un alto al fuego, iniciado en febrero,  para poder realizar los comicios para renovar los 250 escaños del Parlamento unicameral.

Los comicios se celebran en las zonas bajo el control del gobierno en todas las provincias menos en Al Raqa e Idleb, ambas en el norte, donde manda el grupo terrorista Estado Islámico (EI), mientras que Idleb está en su mayor parte en manos del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y de sus aliados.

Unos tres mil 450 candidatos se han postulado a estas elecciones para las que se han habilitado siete mil 191 centros de votación, y que coinciden con el comienzo hoy de una nueva ronda de negociaciones en Ginebra entre una delegación del gobierno y otra de la oposición, aunque las autoridades no se incorporarán hasta el viernes por la celebración de las elecciones.

El presidente sirio Bashar al Assad ya emitió su voto.

La ONU reveló la semana pasada que la guerra en Siria ha dejado 255 mil muertos, desde que inició hace cinco años, aunque otras fuentes sostienen que la cifra supera el medio millón; además 12 millones de sirios necesitan asistencia humanitaria en el país, y más de cuatro millones se han convertido en refugiados, miles y miles de ellos son niñas y niños.