LEÓN, GTO.- Pues nada que hacer, en definitiva las autoridades municipales perdieron la batalla frente a Roberto Zermeño, a quien a más tardar el jueves 31 de octubre le tendrán que entregar el estadio y los terrenos aledaños que, en conjunto, suman más de 6 hectáreas con todo y el equipamiento urbano existente. 

Así lo confirmó una pieza clave dentro de esta tragicomedia municipal, Felipe de Jesús López Gómez, quien como secretario de Ayuntamiento vio nacer y concluir este conflicto. 

“Ya finalmente este proceso legal ha concluido, ya no hay absolutamente ningún otro medio que hacer valer.  Y se nos requiere ya la entrega de las instalaciones del estadio que incluye obviamente el propio estadio, dicha cancha, áreas de estacionamiento, sus oficinas administrativas y además la superficie que hace algunos años se había donado al museo de la PIEL.”. 

Por su parte el alcalde Héctor López Santillana prácticamente hizo del conocimiento de los panzas verdes que hay una buena y una mala. 

La mala ya la dio a conocer el secretario de Ayuntamiento, pero la buena, dijo, es que La Fiera seguirá jugando hasta el 2022, ya que existe un contrato que así ampara al Club León independientemente de quién tenga la posesión del estadio. 

“El Club León no tiene riesgo en cuanto a su permanencia al señalar que va a continuar jugando en el estadio, dado que, hay un contrato de arrendamiento que se firmó desde el 2012, ya desde el 2012 se prevenía esta circunstancia de cambio de titularidad y por lo tanto, con este elemento, nuestra Fiera podrá seguir haciendo usufructo del estadio hasta que venza el contrato o termine la construcción del nuevo estadio”, dijo Santillana.  

Por su parte el Club León también emitió una postura en la que establece que confía en la promesa del municipio para seguir jugando ahí hasta el 2022. 

“Pedimos a toda la afición tranquilidad en relación al caso, y todo su apoyo en casa para encarar la recta final del torno en busca del campeonato”. 

CONTEXTO  

Fue durante la administración de Jorge Carlos Obregón Serrano (1997-2000) cuando el gobierno de León firma el acuerdo o fideicomiso con Roberto Zermeño para asegurar que éste no vendería el estadio durante 10 años a partir de la fecha de acuerdo, que fue precisamente el 29 de agosto del año 2000.

Ese acuerdo o fideicomiso, por orden del Ayuntamiento de ese entonces, fue elaborado por quien en ese momento era el secretario de Ayuntamiento y que hoy también ocupa ese mismo encargo, Felipe de Jesús López Gómez.

Hasta donde sabemos, en ese fideicomiso jamás se estableció que terminando los 10 años del acuerdo el estadio pasaría a ser propiedad del municipio, lo que de alguna manera sería la base del triunfo de Zermeño. 

En 2007 el alcalde Vicente Guerrero Reynoso y su entonces secretario de Ayuntamiento, Francisco de Jesús García León, deciden disolver el Fideicomiso tres años antes de que este quedara sin efecto.

En esos mementos Zermeño estaba tras las rejas enfrentando un juicio por defraudación fiscal, que al final le derivó en una sentencia por 6 años 7 meses y una multa de 9 millones 185 mil  pesos.

Fue justo esa jugada del municipio que a la larga le pondría el balón en los pies a Roberto Zermeño, quien alegando la disolución ilegal del fideicomiso, es como fue ganando todos y cada uno de los encuentros en la cancha judicial.