CIUDAD DE MÉXICO.- A 17 meses de arribar al gabinete peñanietista, Virgilio Andrade Martínez renunció este lunes como jefe de la Secretaría de la Función Pública, horas antes de que el preciso Enrique Peña Nieto promulgue el nuevo Sistema Nacional Anticurrupción.

Al llegar al cargo, Virgilio fue duramente criticado pues llegó justamente cuando el gobierno del copetudo estaba en el ojo del huracán por la lujosa casa blanca de Lomas de Chapultepec, Andrade (amiguísimo del preciso) se encargaría de realizar la investigación por corrupción y conflicto de intereses de la que EPN salió limpio.

Ahora que se va, Andrade agradeció a sus críticos y opositores, porque gracias a ello realizó mejoras continuas, y que el día de hoy inicia una nueva era en la Secretaría de la Función Pública.

“Hasta luego”, dijo al retirarse sin aceptar preguntas de los reporteros.

Ahora el nuevo secretario de la Función Pública debe ser nombrado por Peña y ratificado por el Senado; mientras en el despacho se queda, el subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas, Javier Vargas Zempoaltécatl.

En sus 17 meses como secretario recibió el nada despreciable sueldo de dos millones 380 mil pesitos.