GUANAJUATO, GTO.- Se puede pasar a la historia de dos formas, dejando huella… o hueva; de ese tamaño fue el tropiezo del presidente del Congreso de Guanajuato, Miguel Salim, en su discurso de la sesión solemne por los 200 años del estado como pueblo libre y soberano.
“Esta es la tierra de mujeres y hombres ilustres, cuya hueva, cuya huella, ha trascendido fronteras”, dijo el diputado panista al encabezar los discursos de los tres poderes del estado.
Desafortunadamente, el tropiezo generó un efecto dominó en el discurso que pasó de “pueblos mágicos que nos dejan de maravillar”, hasta la “capital cultural de Hispanomerica”.
Así, la simple lectura de un discurso empañaba la gala de la ceremonia más importante de los últimos 200 años en Guanajuato.