SWINGERS, EL CHISTE ES DISFRUTAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Cumplir fantasías es el principal objetivo de los swingers, hombres y mujeres que prefieren compartir a su pareja a ser infieles.
En México existen diversos sitios en los que las parejas que desean ampliar su vida sexual pueden hacerlo. Uno de ellos es Casa Swinger: la casa de la lujuria, que tiene su sitio en internet.
“El ambiente Swinger es de puertas abiertas; de eso se trata precisamente este ambiente, de compartir tu sexualidad con los demás, ya sea física o visualmente, por lo que no tenemos áreas privadas para nadie ni permitimos el cierre de puertas. Solamente los sábados y de existir las condiciones, puedes cerrar un cuarto oscuro siempre y cuando entres con otra o más parejas”, señalan.
Club SW, es otro de los sitios dedicados a parejas swingers en México, el cual se creó en 1993, siendo el primero que existió en nuestro país, tal como lo señala en su sitio de internet.
“Es de suma importancia que entre parejas platiquen si quieren entrarle al intercambio de parejas, que lo fantaseen y luego que busquen la mejor opción”, señalan.
En opinión de Jon Sechrist, productor de Parejas compartidas, serie de TLC, que se transmite los miércoles a las 23:00 horas, se trata de una revolución sexual que los seres humanos estamos viviendo, pues los tabúes poco a poco se dejan atrás.
“Sabemos que esta práctica existe en Latinoamérica, pero también depende de la cultura, la economía y de cómo se vive la sexualidad en cada lugar. Si se ve cómo las mujeres han sido tratadas a lo largo de la historia, claro que ha habido una revolución.
“En otras partes del mundo, las mujeres no tienen los mismos derechos, ni ha pasado con ellas lo que ha ocurrido en Estados Unidos. La revolución sexual está en diferentes procesos, depende de qué parte del mundo estás”, comentó en conferencia de prensa telefónica desde Los Ángeles.
Parejas compartidas se adentra en un mundo misterioso y atrevido, siguiendo a cuatro parejas típicas de Atlanta, quienes viven una doble vida intercambiando a sus compañeros y compañeras.
“Esto se trata de fantasías y de no tener miedo, aunque no todo el mundo puede hacerlo ni tampoco está involucrado en una relación tan fuerte para tener este tipo de prácticas, depende de cada pareja. Todo mundo quiere satisfacer sus fantasías y para poder ser un swinger debes ser muy claro y no tener ningún otro tipo de sentimientos”, agregó Rebecca, una de las participantes del mencionado programa.
En ese sentido, Rebecca señaló que el iniciarse en la vida swinger, la cual mantiene al margen de su familia y su iglesia, fue complicado, pues aunque está enamorada de su pareja, también tuvo que pensar en el bienestar de su sexualidad.
“Fue difícil al inicio darme cuenta que puedes tener emociones. Amo a Chris (su pareja) y por otro lado están las fantasías de hacerlo con alguien más. Eso no es amor, pero no todo el mundo puede decir lo mismo”, añadió.
De acuerdo con Sechrist, parte del encanto de ser un swinger radica también en el hecho de ver la sexualidad compartida como un hobby.
“Entrevisté a muchas parejas para el programa y una conclusión general que puedo sacar es que muchos lo ven como un hobby, personas que disfrutan el sexo como recreación y diversión, por eso lo hacen con otras personas, porque los sentimientos y las emociones están reservados para la persona con la que están”, finalizó.