SONIDO DIRECTO Y RASPOSO
Una imagen lo dice todo y gran parte de los esfuerzos en los creativos dedicados a fortalecer la escena sónica de la ciudad, bien se pueden orientar a la búsqueda de una propuesta atractiva, acorde a los tiempos actuales de ser posible o creando algo sobresaliente desde las influencias de valía… Y que les permita erigir una identidad ante los posibles melómanos y fanáticos recalcitrantes.
Este es el raro caso avalado por la primera producción videoclipera de la banda Dirty Noise, parte de un perfil acorde a las características de nuestro entorno, no obstante que se trata de una rola vociferada (en el buen sentido de la palabra) en el idioma de Shakespeare.
Así las cosas, los primeros planos de Battles con sus respectivos fraseos, logran despertar el entusiasmo gracias a que la alineación se ha reventado un rocanrol con todas las de la ley, de acento áspero, inventivo, dinámico, un estilo agresivo; ¡con actitud pues! carente de manierismos o gesticulaciones grandilocuentes, lo cual ya es decir en un entorno aquejado por la tibieza o el despropósito.
La sorpresa deriva desde la propuesta orgánica de un videoclip que trata de jugar sus cartas en ligas mayores. Así, Jorge Flores no se ha limitado a escenificar una simplona adaptación de la melodía al registro audiovisual estandarizado. A través de valores producción destacables (una iluminación bien planteada, excelentes locaciones que acentúan la noción barriobajera de una pelea entre damas de armas tomar, dirección de actores, la imaginativa puesta en escena et al) fue posible recrear un duelo pendenciero en un entorno degradado el cual, pese al paso del tiempo, luce más que adecuado al conflicto. La magia del cine, dirían por ahí.
A diferencia de productos similares, los realizadores intentan conferir dramatismo al relato “ficticio”. El asunto es que la novatez de los integrantes del Cassette Collective queda en evidencia dada la inconsistencia técnica. Y por consecuencia, la continuidad se ve entorpecida por varios jump cuts que desconcertarán al espectador. Cosa rara ya que en la realidad alterna, la que atañe a los músicos en salvo sea la madre, está resuelta con mayor atingencia, quizá debido a su carácter experimental.
Intriga e inquieta el final de la ficción, dos morras secuestradas en un cuarto de mala muerte, con resolución abierta, imágenes que evocan tanto escenas del torture porn como la secuencia de los sodomitas en la legendaria Pulp Fiction.
Otro hallazgo ocurre con la participación de Mona de la Torre, iconoclasta de trayectoria y donde deslumbra con firme convicción, revelando de paso a una posible actriz de carácter. Es ella y su fiera expresividad quien le come el mandado a su “partner”, cuya tibieza a pesar de un honesto esfuerzo, resta gachamente las dimensiones del asunto.
Si se hubiera puesto mayor cuidado a la ortodoxia fílmica, hoy estaríamos hablando de un trabajo que tranquilamente calificaría entre los tres o cuatro mejores reseñados en el “tal metal chou” de Contrapunto News. Sin embargo, gana el crédito suficiente en parte por la plasticidad de las imágenes y una imaginería promisoria. De atender una adecuada sintaxis, no hay duda que Jorge Flores o el mismo colectivo puede convertirse en otro referente a tomar en serio en la producción audiovisual de nuestra ciudad. Finalmente, estos músicos ruidosos saben rocanrolear…
Dirty Noise son:
Der Führer Dynamitẽ(Vocals/Lead Guitar)
Charly Harrison(Vocals/Rhythm Guitar)
Alex Mata(Drums)
Don Rube!(Bass)