Por: Christian Ramírez.

CELAYA GTO.- Lamenta Obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, el asesinato del Padre Gregorio López Gorostieta, quien fue secuestrado el lunes pasado y encontrado días después muerto, con un disparo de arma de fuego en la cabeza.

Castillo Plasencia afirmó que las amenazas en contra de sacerdotes han ido en aumento, y que por tal motivo las diversas Diócesis ha solicitado “prudencia” a los sacerdotes al momento de tocar el tema de la violencia que impera en el país, y sobre en estados como Guerrero y Michoacán.

“Es como todos los crímenes, es abominable y nos duele mucho que llegue (la violencia) a los sacerdotes, sobre todo que él era un buen sacerdote y trabajaba en la formación de muchachos y de su parroquia, no sabemos las causas, pero ha de ser la misma que la de todos los asesinatos”

“Ha habido sacerdotes amenazados que piden su cambio y también denuncias por parte de los sacerdotes, denuncias de cosas graves, pero que no hay pruebas, más que lo que la gente ve y siente, al momento de la denuncia causan molestia (entre los criminales), y viene la persecución, (contra quien levanta la voz), pero si hay que decir las cosas, aunque luego no se sabe a quién denunciar”, dijo.

Señaló que la Procuraduría de Justicia o Derechos Humanos son agentes, en ocasiones “embarrados”, en la corrupción por lo que no se hace realmente justicia cuando se amedrenta, o asusta en estos casos a los sacerdotes, y muchos de los delitos no se denuncian porque no hay confianza en las autoridades.

Finalmente destacó que tanto en la Diócesis de Guerrero, Michoacán, entre otros estados existe el crimen que atenta contra la Iglesia.

El sacerdote fue secuestrado por un comando armando el lunes por la noche, al momento que se dirigía al seminario de Ciudad Altamirano, la camioneta donde viajaba fue abandonada y no se supo más de él.

El asesinato ocurrió, a pesar de que el pasado 4 de diciembre, la Secretaría de Gobernación anunció el plan especial de seguridad para la región de Tierra Caliente, que abarca 22 municipios de Guerrero, dos de Michoacán, ocho del Estado de México y cuatro de Morelos.