LEÓN, GTO.- El rector de la UNAM en León, Javier de la Fuente, estuvo cotorreando un rato con la banda contrapuntera y nos reveló que las autoridades municipales no le ha pedido opinión sobre la construcción de un parque industrial pegadito a las instalaciones de la máxima casa de estudios del país, ubicadas al sur del municipio.

De hecho, aclara que no tienen por qué pedirles su opinión, sin embargo, de la Fuente les pide que si lo hacen, lo hagan bien, pensando en un ordenamiento territorial que solucione problemas a futuro y no la satisfacción de la sed por avaricia.

“No, nunca nos han pedido opinión, no tendrían por qué pedirnos la opinión, tendrían que pedirla a los conocedores. Lo único que nosotros podríamos proponer es ¡háganlo bien, organícenlo bien, lo que hagan no lo van a poder cambiar después, piensen en las generaciones que vienen, piensen en el gran momento que tienen y apóyense con quienes se tengan que apoyar, la UG, el Iplaneg, con quienes ustedes crean que tengan que hacerlo, pero háganlo bien!”, dijo el alivianado rector de la UNAM en tierra panza verde.

Para que le agarren la onda a este asunto: la alcaldesa Bárbara Botello quiere construir tres parques industriales, uno al norte y dos al sur.

El del norte se lo piensan aventar en un terreno de 250 hectáreas ubicado entre las colonias Jacinto López y Las Joyas, propiedad del empresario viviendero Óscar Flores. El municipio podría una lana para el desarrollo de este parque, con tal de que ahí se asienten entre 40 ó 60 empresas que generen cientos de empleos relacionados a esa onda de la metalmecánica. Se habla de una inversión municipal de 50 ó 100 millones de varos, el dato exacto lo dará a conocer la alcaldesa esta semana.

Sobre los parques industriales proyectados en el sur, hay que decir que el más aventajado es el que armarán en la comunidad Santa Ana del Conde. Es el más aventajado porque el Gobierno del Estado prácticamente está poniendo toda la lana. El Municipio se encarga de agilizar trámites y permisos de construcción. Se espera que en este aterricen hasta 120 empresas en un terreno de 500 hectáreas.

Luego está el que nos ocupa en esta nota, el del sur, el pegadito a las instalaciones de la UNAM.

Este parque industrial está en pañales, pero de llegar a caminar, se desarrollaría sobre 400 hectáreas propiedad del empresario Luis García Padilla, el mismo que donó 60 hectáreas para la Universidad de Estudios Superiores.

Volviendo a la petición de Javier de la Fuente, éste advierte que la propia UNAM está generando una dinámica distinta al sur del municipio, una que requiere planeación para el crecimiento, así como la demanda de más y mejores servicios.

Por eso espera que el desarrollo de un parque industrial no solamente contemple el negocio de la venta del terreno, sino el desarrollo de toda la zona.

“Yo creo que si vemos los ejemplos del país, en términos de cómo hemos destruido lo poco que tenemos por la avaricia, por querer tener más, yo creo que podemos dar aquí un ejemplo increíble, en donde yo estoy seguro que los empresarios y dueños de los terrenos estarían dispuestos a ceder una parte importante de sus terrenos a cambio de un desarrollo ordenado.

Porque déjenme decirles, es necesario que se haga, León tiene una población que pasa el millón y medio de habitantes y requiere de parques industriales que generen fuentes de trabajo, recursos extras que le permitan crecer y satisfacer demandas sociales, pero se necesita más que se haga bien”,  reiteró de la Fuente.

El maestro confesó que no tiene idea de lo que las autoridades planean para el sur, pero sí de las necesidades que se tendrían en caso del parque industrial.

De hecho enumeró algunas como: una mejor infraestructura para la carretera León Cuerámaro, la cual ya es insuficiente en ciertos momentos del día, transporte público para quienes acudan a trabajar a ese parque, vivienda para quienes decidan asentarse cerca de su chamba, hospitales, áreas verdes, agua, luz, comida. No sólo avaricia.