Sheinbaum segura, Xóchitl errática, Máynez irrelevante y cronómetros desajustados; saldo de primer debate
CIUDAD DE MÉXICO.- Una Claudia Sheinbaum segura y ganadora, una Xóchitl Gálvez errática, nerviosa y desencajada, un Jorge Álvarez Máynez irrelevante, y unos cronómetros increíblemente desajustados, fue el resultado del primer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral la noche de este domingo.
Los temas a tratar en este primer debate fueron salud, educación y combate a la corrupción.
Claudia, candidata de morena, PT y PVEM, salió con ánimo de defender a su gobierno en la Ciudad de México y, por supuesto, el de su destapador, Andrés Manuel López Obrador.
Además de firme, estructurada y disciplinada, Claudia no solamente se plantó dispuesta a embestir a sus contendientes, sino también a enfrentar a los moderadores, Denise Mearker y Manuel López
San Martín, refutando datos y protestando contra la falla en los cronómetros, que claramente beneficiaban a Xóchitl Gálvez en su bolsa de tiempo.
Xóchitl Gálvez, candidata del PAN-PRI y PRD, comenzó nerviosa, desarticulada e insegura, pero dirigió sus baterías contra la candidata de oposición, dedicándole apenas unos segundos Máynez.
Gálvez apodó a Sheinbaum la “Dama de Hielo”, por su indolencia en la muerte de niños en el colegio Rébsamen, en las víctimas, por la caída de la línea 12 del metro y por distribuir a los capitalinos, medicamento para piojos durante la pandemia por Covid-19.
Xóchil endureció los ataques contra Sheinbaum por la falta de transparencia en su gobierno, señalamientos que la candidata oficial evadió con facilidad.
Máynez, por su parte, conmovió al presentarse utilizando lenguaje de señales para la población sordo-muda del País.
Así transcurrió el tiempo del debate. Dos horas en las que no pasó nada, lo suficientemente bueno, como dar un viraje a las preferencias electorales que, hasta ahora, benefician a Claudia Sheinbaum.
Gálvez no sólo tendrá la oportunidad de enfrentar nuevamente a Sheinbaum el próximo domingo 28 de abril, sino también de enderezar la bandera que, esta noche, puso de cabeza.