LEON, GTO.- Resentimientos panistas cimbraron las paredes de Presidencia Municipal  minutos antes de que iniciara la sesión de Ayuntamiento de este jueves.

Mientras algunos reporteros y funcionarios municipales comentaban si se sintió o no el temblor, en los pasillos serpenteaba otro movimiento telúrico provocado por fuerzas contrarias del panismo local.

El epicentro se generaría en las palabras del ex alcalde Ricardo Sheffield Padilla y las réplicas llegarían hasta la  Contraloría Municipal, a cargo de Alberto Padilla Camacho.

Nervioso, sudando ligeramente y con los labios blancos por falta de humedad, el ex alcalde, visiblemente molesto, decía a reporteros que el motivo de su visita a la casa de gobierno obedecía a un llamado del órgano fiscalizador.

“Esto es un tema de fuego amigo, la Contraloría da pena” aseguró Shffield, luego de explicar que lo habían mandado llamar porque supuestamente no había declarado ser dueño de tres casas.

“Es una propiedad que ya demostré con un acta notariada que esa propiedad no existe y no esta a mi nombre y otras dos propiedades, una que compré en 1991 y otra que fue herencia de mi madre, pero ya están resueltas las dudas”, recalcó.

Se le preguntó si él no había declarado estas propiedades y dijo que sí,  “lo que pasa es que no saben leer, el problema fue que la insaculación es que me apellido Sheffield Padilla y me llamo Francisco Ricardo, esa fue la insaculación”.

Sobre quién o quiénes estaban detrás del “fuego amigo”, respondió lo siguiente; “pues no sé, podría ser Miguel Salim (ex candidato del PAN a la alcaldía de León y rival político de Sheffield), él viene a sentarse seguido con el contralor”.

Sobre si entonces Miguel Salim dio la indicación a la Contraloría para que le revisaran su patrimonio, Sheffied dijo que podría ser, ya que son del mismo grupo.

Advirtió también que acudirá ante los órganos de justicia de su partido para que le den seguimiento a este tema, una situación que, según dijo, “no puede darse entre compañeros de partido”.

 DE QUE SE PREOCUPA, NO ES EL ÚNICO

Apenas se fue el ex alcalde, apareció en las escalinatas el contralor municipal, Alberto Padilla, a quien se le tuvo que acorralar para que diera su versión de los hechos.

Concretamente se le pidió opinión sobre las declaraciones de Sheffield en el sentido de que su Contraloría estaba “de pena” y que sólo servía a intereses de Miguel Salim.

“Pues nada, es un procedimiento de sorteo que establece la ley, tenemos que revisar a todos los funcionarios y en esta ocasión le tocó a él, son en total 400 funcionarios y ex funcionarios que revisamos por sorteo a través del sistema”, declaró Beto Padilla.

“¿De qué se preocupa?”, agregó Beto Padilla,  “si esta angustiado, es por algo, solo él lo sabe, además ustedes ¿cómo se enteraron?, pues por él, los otros 399 funcionarios que son revisados ninguno se ha quejado, es una facultad de la Contraloría y la estamos ejerciendo”.

También se le preguntó si, como dijo Sheffield, es cierto que es la primera vez que se llama a un presidente municipal a declarar su situación patrimonial, y esto fue lo que respondió; “pues yo diría más bien que es la primera vez que un alcalde entrega una declaración patrimonial con errores”.