Por Luis Andrés Álvarez Aranda

En la actualidad se han puesto de moda los candidatos independientes como alternativa al tradicional y rancio sistema de partidos políticos.

Esto ha provocado que cierto sector de la población tome como decreto que “si es independiente, es bueno” lo cual, resulta también un enorme riesgo; no por el simple hecho de que se busque el poder ajeno a una institución política garantiza su capacidad, vocación u honorabilidad.

La preferencia social ante dicha tendencia se ha venido dando tanto de forma natural (entendible) como exponencial, y por ello, ha abierto también las puertas al oportunismo, incluso de los mismos partidos políticos a impulsar candidatos que tengan todo menos ser independientes.

Por lo tanto si ya se cuenta con una decisión predeterminada a confiar el voto a un Candidato Independiente, habría que analizar por lo menos si cumple con los requisitos antes de ejercer tan importante derecho ya que como dicen por ahí, no nos vayan a dar “gato por liebre” o “la misma gata pero revolcada”.

Por ello me permito compartir de manera enunciativa, más no limitativa, 12 tipos de Candidatos Independientes:

1.- Genuino, auténtico, con vocación y oficio.
2.- Genuino, auténtico, con vocación, sin oficio ni experiencia.
3.- Ex militante de Partido Político por convicción y decisión personal para buscar tal fin.
4.- Expulsado de Partido Político y “emberrinchado”.
5.- Oportunista.
6.- Político frustrado.
7.- Famoso con vocación, oficio y experiencia.
8.- Famoso sin vocación, oficio ni experiencia.
9.- Promovido por Partido Político simulando separación para lograr el poder.
10.- El que sólo busca hacerse famoso.
11.- Promovido por Partido Político como estrategia para debilitar a otro.
12.- Promovido por un grupo de empresarios para lograr sus fines.