SE VA POLO ORTÍN, UNA LEYENDA DEL DOBLAJE Y LA PICARDÍA MEXICANA
CIUDAD DE MÉXICO.- El comediante mexicano Polo Ortín, quien logró una trayectoria de 75 años dentro de la actuación y participó en más de 150 filmes, murió a los 88 años, víctima de un infarto al miocardio.
El intérprete será recordado por cintas como El cuerpazo del delito, La guerra de los pasteles, Si mi cama hablara y Como agua para atole, y en sus últimos trabajos la serie Vecinos.
Leopoldo Ortín, por su nombre real, nació el 16 de abril de 1928, fue un actor de cine, teatro, televisión y doblaje. Es hijo del célebre actor Leopoldo Chato Ortín, una de las figuras de la Época de Oro del cine mexicano.
Se formó en la Asociación Nacional de Actores (ANDA), el organismo gremial que componen los actores del país, cuyo nombre fue creación de su padre.
En 1936, a los cuatro años, debutó en Malditas sean las mujeres y tuvo una gran oportunidad en 1937 al obtener un papel estelar en Allá en el rancho chico. Dos años más tarde se lució parodiando a
Mario Moreno Cantinflas. Se le conocía entonces como Polito Ortín, sobrenombre que con los años cambiaría por Polo.
Trabajó en más de una decena de telenovelas y series televisivas. En cuanto al doblaje, se hizo famoso por prestar su voz a los protagonistas de exitosas series estadunidenses como La isla de Gilligan (Gilligan), Mork y Mindy (Mork) y Los tres chiflados (Larry).
Además, realizó el doblaje en producciones como Fuerza-G, La Biblia, Dr. Insólito, El prisionero del rock and roll y Cars.
Su filmografía se complementa con Lagunilla, mi barrio, El coyote y la bronca, Picardía mexicana y Noches de cabaret, entre otras.