RÍO DE JANEIRO, BRA.- Mientras en la cancha del Estadio Maracaná, Argentina y Alemania se enfrentan por el título de la Copa del Mundo de Futbol, afuera la Policía dispersó con gases lacrimógenos y bombas de estruendo a unos 300 manifestantes “anticopa”.
Esta fue una más de las protestas que han sacudido al país sudamericano desde la Copa Confederaciones 2013, ahora 300 personas protestaban contra la mala calidad de la salud pública y la represión policial, un día antes arrestaron a 19 activistas acusados de vandalismo.
Los “anticopa” portaron pancartas con frases como “Liberen a los presos”, “Protesta no es crimen”, “Llámame Neymar y cuida mi salud” o “Fuck FIFA”, se reunieron en una plaza del barrio popular de Tijuca, cerca del legendario estadio y flanqueados por periodistas y un buen número de tiras, marcharon al estadio donde se toparon con un muro de policías.
Fueron unos 26 mil los policías y soldados que blindaron este domingo a Río de Janeiro, el mayor dispositivo en la historia de Brasil; según la policía, los manifestantes pretendían realizar acciones violentas.
Los detenidos podrían pasar enfrentar una pena de hasta tres años de cárcel por el cargo de pertenencia a grupo armado.
Una histórica ola de manifestaciones sacudió Brasil durante la Copa Confederaciones-2013, contra el coste del Mundial a los contribuyentes brasileños, estimado en unos 11 mil millones de dólares, y el deficiente estado de los servicios públicos.