NUEVA YORK, E.U.- Y enfilados en la recta final para hacerse de la candidatura para ocupar la Casa Blanca gringa, ayer Hillary Clinton y Donald Trump se hicieron de las victorias en las primarias de la gran manzana.

Así, la exsecretaria de Estado está muy cerca de la nominación por la parte demócrata, pero el futuro del magnate xenófobo republicano es más incierto.

Por los republicanos, la victoria permitió a Trump recuperar la iniciativa en la carrera a la investidura tras una serie de derrotas a manos de Ted Cruz, el senador ultraconservador de Texas.

Pero aún está lejos del número necesario de 1.237 para ser nominado sin discusión en la convención del Partido Republicano en julio.

Trump cuenta ahora con unos 840 delegados. Quedan unos 670 a ser elegidos en las 15 primarias republicanas que faltan celebrarse.

En caso de que ningún candidato obtenga la mayoría de delegados requerida, la convención quedará abierta y no se vería obligada a nominar a Trump.

El candidato ha puesto patas para arriba la carrera a la Casa Blanca con su campaña agresiva contra los migrantes latinos, sobre todo los mexicanos, que viven en EU, y por sus amenazas de construir un muro en la frontera con las remesas de los paisanos.