SALE DEL TAMBO UNA DE LAS PUSSY RIOT
Yekaterina Samutsevich, integrante de la banda rusa de punk Pussy Riot, encarcelada desde marzo de este año junto con otras dos chavas de ese grupo por protestar contra el presidente Vladimir Putin, fue puesta en “libertad vigilada” hoy miércoles.
La activista de 30 años de edad, programadora de software y música (en ningún lado dice qué instrumento toca, chale) entró a una iglesia ortodoxa de Moscú en febrero del año 2012 para participar con sus colegas en un performance anti-Putin que incluía una oración punk en la que le pedían a la virgencita, plis, que ya sacara del poder al líder ruso.
La virgencita como que no hizo caso de sus ruegos, pues Putin sigue de mandamás y a ellas les echaron dos años de trabajos forzados en una cárcel de esas bien bonitas que tienen allá. Sin embargo, lo que le valió a Yekaterina es que al parecer la apañaron en cuanto entró en el templo, y por eso no se le pudo acusar de vandalismo y de promover el odio religioso, a diferencia de sus cuatachas Nadejda Tolonikova (22) y Maria Alejina (24), ambas madres de chavitos pequeños, que tendrán que chutarse toda la condena, a no ser que intervengan otros poderes, divinos o terrenales.