CIUDAD DE GUATEMALA, GUA.- El escándalo de corrupción por que el que atraviesa este país derribó el poder del ahora ex presidente Otto Pérez Molina, quien el martes fue desaforado por el Congreso, el miércoles recibió una orden de captura y hoy renunció al cargo para enfrentar la justicia.

El martes, con el voto de 132 diputados, de los 105 necesarios, Pérez se quedó sin inmunidad, la primera vez que un presidente guatemalteco sufre esa situación.

Los delitos de los que se le acusa son asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación aduanera, pues ha sido señalado por el Ministerio Público y por una comisión especializada de la ONU como el líder de una banda que desfalcó al SAT de esa nación de Centroamérica.

“Pude haber salido del país, pude haber pedido asilo político pero elegí el camino de cualquier hombre que quiere hacer algo bueno por el país”, dijo esta madrugada Otto Pérez Molina.

Por este caso ya están tras las rejas la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, y otros 42 funcionarios de alto rango, incluido el director de la agencia aduanera.

Esto es un triunfo para la democracia del país, pues los ciudadanos no dejaron de presionar con protestas masivas los fines de semana, y el martes se convirtieron en ejemplo de la lucha contra la corrupción y lo celebraron a tambor batiente.