Por Adolfo Enríquez Vanderkam

No es un secreto que la militancia del PAN le ha cedido todo el poder a Miguel Márquez Márquez, quien a su antojo y conveniencia pone y quita candidatos, aplastando la democracia de su partido, desdeñando la capacidad de decisión de sus miembros y convirtiéndolo en una copia vil del priismo más recalcitrante de los años 50´s.

Haciendo uso del poder que le da la nómina, el gobernador de Guanajuato coloca a sus incondicionales en los puestos estratégicos, preparando ya el terreno para su sucesión.

Y lamentablemente no tiene contrapesos que puedan equilibrar su conducta cada vez más antidemocrática e intolerante, pues el Poder Legislativo es un ignominioso ápice del ejecutivo, sin que por lo menos diputados de oposición luchen por una verdadera fiscalización de los recursos públicos, la transparencia y rendición de cuentas o por lo menos un freno a las conductas soberbias que ya son una constante en Márquez Márquez.

Del Poder Judicial ni hablar, jamás su presidente Miguel Valadez se atrevería a cuestionar o enfrentar al todo poderoso gobernador. Y si alguien puede causarle ruido, ahí aparece Juanita de la Cruz, con poderes suficientes (y chequera) para negociar lo que sea necesario y mantener en paz y tranquilidad a la borregada.

Pues siguiendo su conducta totalitaria, el gobernador de Guanajuato se ha propuesto meter con calzador a su sucesor-delfín Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, para lo cual ideó un programa asistencialista para “combatir” la pobreza, dotando de más de dos mil millones de pesos a la Secretaría de Desarrollo Social y Humano para el famoso IMPULSO Social, que llegará a repartir migajas en los polígonos de mayor pobreza en el estado, donde también coincide, “casualmente”, un enorme padrón de electores con derecho a voto.

Y ni siquiera lo simulan, aprovechando que no hay oposición en Guanajuato, están incrustados verdaderos mapaches electorales en puestos importantes de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, que saben cómo sacar tajada de la gente que recibe apoyos a cambio de votos…Y nadie dice nada.

Diego Sinhué Rodríguez ya no depende de su papá para que haga las operaciones políticas, pues todo el aparato gubernamental ya está a su disposición para posicionarse y con recursos públicos adelantarse a sus posibles competidores dentro del PAN.

Y mientras Miguel Márquez Márquez opera con total libertad a favor de Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, el Senador Fernando Torres Graciano trata de obligar que la designación del candidato de Acción Nacional a la gubernatura se lleve a cabo por el método de elección interna, donde se sabe ganador con amplia ventaja.

Lo que no tenía en cuenta el senador es que el gobernador ya está negociando, quien sabe a cambio de que, la posibilidad de que el candidato sea designado por dedazo, y es ahí donde quiere imponer su voluntad, dejando a alguien que le cubra la espalda y que no le vaya a pasar como a Juan Manuel Oliva Ramírez, que el propio Márquez Márquez le dio la espalda y lo dejó en el limbo político.

Ha iniciado el proceso de la sucesión y por el momento Diego Sinhué lleva la delantera. Por cierto, se rumora que Ricardo Sheffield y Miguel Salim ya se sentaron con el Secretario de Desarrollo Social y Humano, a lo mejor y se cambian de barco, cosa que no deberá extrañar a nadie.

De Éctor Jaime Ramírez Barba ni caso tiene ocuparse, a lo mucho que podrá aspirar es a una diputación federal, porque no tiene hándicap para más.

Entonces el escenario se limita a dos personajes, Fernando Torres Graciano apoyado por Juan Manuel Oliva Ramírez o Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, apadrinado por Miguel Márquez Márquez. Hagan sus apuestas. En el arranque Diego Sinhué tiene la ventaja.

Adolfo Enríquez Vanderkam
Activista, aficionado a la lectura, amante de León dispuesto a cambiar su historia y sus escenarios políticos, apasionado de la escritura y, por supuesto, seguidor del Rebaño Sagrado.