RENDIJA POLÍTICA; BÁRBARA BOTELLO NO CONOCE LA VERGÜENZA
Por Adolfo Enríquez Vanderkam
Nuevamente la exalcaldesa hizo su aparición en León y fiel a su costumbre rijosa, no respetó las formas. Se trajo al Director de BANOBRAS -quien sabe con qué argumentos- para visitar los avances de las etapas III y IV del SIT, que siente de su propiedad. No invitó ni al alcalde ni a ninguna autoridad municipal o estatal.
Bárbara Botello apuesta todo al olvido ciudadano, que quede en el pasado la corrupción vivida en su trienio, su forma déspota de tratar a la gente y su altanería para gobernar, donde nunca aceptó la crítica y menos consejos para hacer bien las cosas.
Le fue mal y su visita fue rechazada por la mayoría de los leoneses, que no olvidan las afrentas que se vivieron en la ciudad en la administración del “cambio tranquilo”, que solo sirvió para que ella y sus allegados se enriquecieran a costa del erario público.
¿Cómo quiere qué los leoneses olviden que llegó al poder para servirse y no para servir? ¿Cómo quiere que se olviden las obras mal hechas, con costos inflados y siempre entregadas a destiempo?
¿Cómo olvidar las compras que se realizaron siempre a proveedores afines a Bárbara Botello cuyos costos llegaron a ser 5 veces más caros que los precios del mercado? ¿Cómo borrar de la mente ciudadana que usó el poder para atacar y desprestigiar a sus adversarios políticos? ¿Cómo olvidar los contratos a empresas fantasmas? ¿Cómo olvidar el despilfarro en viajes y pachangas?
¿De verdad Bárbara Botello pretende que se quite de la memoria de los leoneses lo que hizo con la concesión de la basura, con lo que dejó sin trabajo a más de 600 familias leonesas y que condenó al municipio a pagar cientos de millones de pesos por la recolección de la basura los próximos 20 años? Imposible que con tanto daño que causó los ciudadanos puedan olvidar…por lo menos en ésta vida.
Pero Bárbara Botello se sigue pavoneando porque la actual administración no la ha puesto un alto, porque no le han tocado ni un pelo ni a ella ni a nadie de sus más cercanos colaboradores, que se sirvieron con la cuchara grande y se fueron con las bolsas llenas.
Héctor López Santillana, como lo hizo en campaña, jamás ha vertido un solo comentario negativo hacia la exalcaldesa, le rehúye y hasta parece que le tiene miedo… o tal vez sea que hay acuerdos entre ambos.
Mientras a Bárbara Botello ninguna auditoría la toque, seguirá en su papel de protagonismo, con total desfachatez, porque ella lo que es la honestidad y la vergüenza no la conoce, es más, es parte de su personalidad ser descarada.
Un amplio sector de la sociedad esperaba ver que se castigaría la corrupción, que la impunidad no iba regir en León y que quien la hace la pagaría, pero transcurre el tiempo y vemos que el gobierno de López Santillana no está interesado en hacer justicia, en entablar demandas contra los pillos “barbaristas” y tampoco en quitarles el negocio de la basura.
Lamentablemente habrá que esperar hasta el 2018 y ver si hay algún candidato que llegue a romper el duopolio del PAN y el PRI en León, que son lo mismo, se solapan, encubren y protegen.
Para terminar con la corrupción, la única manera de que León se quite a los mismo de siempre es una tercera vía, la cual muchos esperan se logre por el bien de la ciudad, para que la honestidad, la eficiencia y la lucha contra la corrupción se haga por fin realidad y sean esos valores con los que se gobierne una ciudad que no tiene por qué estar viviendo tan malas administraciones.