SOCHI, RUSIA.- México y los buenos resultados en competencias importantes escribieron un nuevo capítulo en el libro de su relación de amor y odio. La Selección Nacional cumplió los pronósticos y perdió por un escandaloso marcador de 4 goles a 1 ante Alemania en las semifinales de la Copa Confederaciones de Rusia.

No se trata de malinchismo ni de una dosis de realidad extrema, sólo basta decir que los teutones fueron infinitamente mejores a los mexicanos; en cada línea, en cada acción, en futbol y en estrategia.

Apenas a los 10 minutos de juego, México ya había recibido dos goles cortesía de León Goretzka. Timo Werner clavó el tercero al 59; Marco Fabián descontó por los nuestros al 89 pero Amir Younes puso el cuarto definitivo al 91.

El debate se centrará en que si Alemania le pasó por encima a México o los nacionales vendieron cara la derrota. La realidad es que no se ganó, no se logró dejar atrás a los fantasmas del pasado y simplemente no hubo futbol por parte del Tri.

Vamos, no hay que criticar sólo por hacerlo. Hay que destacar que por primera vez en muchos años, la Selección Mexicana está tratando de respetar un proceso que, bueno o malo, ha durado y tiene futuro. Hay que destacar que esta selección se ha limitado a hablar en lo deportivo sin necesidad de involucrarse en conflictos extracancha graves.

Lo que sí no es válido y no se puede pasar por alto es que se experimente en competencias serias o que no se tenga un cuadro claramente titular. No es válido que se desaproveche el talento nacional ni que se deje en la banca a jugadores desequilibrantes. No es válido confiar en toda clase de pretextos cuando no se puede triunfar en torneos de alta categoría.

El México de Osorio no motiva, no emociona. Las individualidades sí, por supuesto, pero no lo colectivo.

Las ideas futbolísticas podrán ser muy sofisticadas, muy estudiadas o muy europeas, pero se nos olvida que este deporte también requiere pasión, garra, confianza y mucho corazón, caray, una tarde antes Chile lo demostró y dejó boquiabierto a todo el mundo… otra vez. México no no pudo.

Ahora la atención se centrará en la Copa Oro, México tendrá más presión que la usual. Por su parte el equipo “principal” enfrentará a Portugal este domingo por el tercer lugar de la Confederaciones.