LEÓN, GTO.- La solución para la bronca de pasivos ambientales que enfrenta Guanajuato es la autorización de una zona, dentro del propio territorio guanajuatense, para el confinamiento de estos residuos peligrosos.

Esa es la propuesta de la coordinadora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Congreso del Estado, Bety Manrique.

“La solución es que el estado de Guanajuato, al ser el tercer estado del País con mayor cantidad de pasivos ambientales, tendría que autorizar en un sitio correcto, apegado a la norma, un lugar para hacer la disposición y manejo de residuos peligrosos, es una decisión difícil de tomar, sí, pero no hay manera, yo no veo manera, en que se pueda resolver esto, porque trasladar estos residuos hasta Mina, Nuevo León, es altamente costoso. Si Guanajuato tiene la posibilidad de buscar un espacio dentro del territorio guanajuatense y autorizar un sitio para el confinamiento de residuos peligros”.

Agregó que esta onda que se vive en el estado, en particular en la zona metropolitana de León con las 340 mil toneladas de pasivo ambientan en la ya clausurada Química Central, es culpa de la indolencia de al menos dos sexenios de gobiernos panistas.

Argumenta que la responsabilidad es de estos gobiernos porque a pesar de que sabían que había una incorrecta disposición de los residuos tóxicos, permitieron durante todos estos años esa práctica.