Una muestra diáfana de la supervivencia del glam rock en la ciudad ocurrió bajo el marco del festival de la cerveza, con la participación de las varias bandas locales y foráneas que han hecho del tributo a héroes del metal, la parte fuerte de su espectáculo.

Si esta música desapareció del mapa en la escena norteamericana por culpa del Grünge, ese es pedo de los gringos. En nuestro país y salvo los fulanos adictos a las modas, el glam permaneció en la memoria colectiva y varios músicos tienen a esté género bien tatuado en la epidermis y el corazón.

Los Miserables con un repertorio dedicado a Scorpions y Love Machine robando cámara con una especie de reinterpretación de clásicos de los ochentas donde cabe desde Motley Crüe, Van Halen, Kiss, Bon Jovi, Whitesnake, Poison y todo lo que suene a ruido evocativo la armaron en serio…

Estos batos ganan credilibilidad a paso seguro porque su homenaje-tributo no es un asunto puramente mimético; ya caracterizados correctamente como Dios manda, se revientan y reinventan un buen repertorio de sonidos icónicos desde una evocación nostálgica. Digo, no tratan de sobreactuar o imitar los manierismos de los front-men aludidos, sino desde  rabiosa interpretación claramente personal, queda claro que Love Machine es un grupo de mexicanos que le atoran al heavy metal al que imprimen su sello para el lucimiento de los músicos, pero que desde el dominio y la ejecución, son capaces de armar alborotos en beneficio del espectáculo en la escasa audiencia que arribó al Festival aludido.

Dicho de otro modo, son una riata estos ángeles del rock…  Ojalá que en el futuro Love Machine se planteé en serio la elaboración de material propio en una evolución natural y yo diría que hasta esperada por sus fans. Creatividad, cultura y sensibilidad musical parece haber de sobra.

Aunque el audio del video no es lo óptimo, les dejo un clip de garaje que muestra parte de lo reseñado. En vivo, son infinitamente superiores.