TALES OF MISTERY AND IMAGINATION (1976).
Imaginemos esta reunión: Es una cantina, para ser exactos la cantina/comedor/lugar de relajación del legendario estudio Abbey Road, cantina que compite por ser la más famosa después de obvio, la de Mos Eisley. Los artistas iban a hincarle el diente a lo que fuera después de largas sesiones de grabación y a calmarse. En ese lugar y en el momento exacto, están dos sujetos que empiezan una alegre conversación sobre lo que hacen. probablemente con unos emparedados, té, y más que probable, algo de droga que comparten durante la plática.
Por un lado tenemos a Alan Parsons, sujeto que se dedicaba a ser ingeniero de sonido quien es meticuloso hasta la espina. Es bien sabido que estuvo detrás de proyectos tan famosos y de gran impacto cultural como Abbey Road y Let It Be de los Beatles (depende de su humor, mi padre siempre se refiriere a él como el Beatle que nunca salió en imagen). Justamente acababa de terminar otro gran proyecto de nombre The Dark Side of The Moon… pero por un momento pensemos en Parsons: hombre perfeccionista y de un espíritu aventurero a la hora de utilizar sonidos y crear composiciones, pero su papel era siempre tras bambalinas de otros grupos, y estos no le dejaban explotar ese lado creativo a su totalidad, hay un Alan está deseoso de que alguien busque su capacidad de crear maravillas auditivas y creer en su calidad.
El otro personaje está dándole un mordisco a ese emparedado de atún que se ha remojado por no hacerle caso: Eric Woolfson. Eric ha tenido empleo como autor de canciones para muchos grupos y artistas de diversos géneros, ha pasado desde el “country” hasta el “pop” y ha trabajado con compositores como Tim Rice y Andrew Lloyd Webber. Gracias a esta etapa, el buen Eric a tenido un deseo de crear algo de calidad épica y teatral, algo que encuentra difícil si consideras que haces canciones que tienen wujus y las cantas con un pedazo de paja al lado de la boca (no es que odie el country, de hecho lo amo, pero ese género estaba sobresaturado en esos tiempos). Eric tiene también un deseo de alguien que confíe en él y sus deseos de ser vocalista, compositor y demostrar que puede estar a la par con artistas del momento: necesita de que alguien crea en él.
Ríen un rato, mientras la tarde transcurre de manera agradable, hasta que de pronto surge. Alan dice “creo que deberíamos trabajar juntos en un proyecto: tus ideas y las mías pueden congeniar”, Eric no lo piensa dos veces: está animado a hacer un trabajo de ensueño. Tiempo después, Alan rechaza la oportunidad de volver a trabajar con Pink Floyd en Wish You Were Here y junto a Eric trabajan en su primer disco.
Un disco de Edgar Alan Poe.
¿Por qué es importante Tales of Mistery and Imagination? No fueron los primeros artistas en inspirarse en los textos del escritor Bostoniano ni tampoco el primer disco de esta calaña; la idea de un disco con el tema de Edgar Allan Poe se hizo en 1969 por The Glass Prism en un disco de rock psicodélico llamado Poe Throught the Glass Prism, pero… ser el primero no indica que serás el mejor. Alan Parsons decide poner elementos que ahora escuchamos en la música electrónica de nuestros tiempos como el voicecoder y su extraño sonido que ahora podemos asociar con Daft Punk. Y existe una atmósfera que Woolfson buscaba por su fascinación ante el autor y las adaptaciones fílmicas de Roger Corman.
Lo que lograron es una experiencia auditiva única que se debe escuchar con atención para descubrir las capas sonoras que tiene. Ahora que si lo escuchas por separado, cada canción es bastante buena.
A Dream Within A Dream es tradicionalmente un elemento de introducción que hacía la banda en sus inicios de rock progresivo, depende de la versión que escuches puede tener un intro con la voz de Orson Welles -quien quedó fascinado con el proyecto y buscó trabajar con ellos aunque fuera un poco- o directo a un sonido de ensueño; justo cuando está en su clímax, la canción muta con el ruido principal del bajo a… The Raven que usa el voicecoder -en manos de Alan– y el que canta en esta ocasión es Leonard Whiting, sencilla y obviamente usando el “nevermore” con un tono apagado al final, da paso a The Tell-Tale Heart cantada por el olvidado Arthur Brown, aquel que se le puede asociar como iniciador del “shock rock” y precursor de Alice Cooper, creo que de todas las que aparecen en el disco, debe ser la que mejor captura la esencia del relato, es decir, de un hombre que comienza a perder su cordura por el asesinato que acaba de cometer. The Cask Of Amontillado es un contraste de orquesta agresiva con pasajes bellísimos, un grupo de ebrios nos pasa a la canción con más estilo rock del disco The System Of Doctor Tarr & Professor Feather, con una voz que parece eructar y un ritmo pegajoso, con ello acaba la narrativa del disco para dar paso a The Fall Of The House Of Usher , una épica instrumental que sirve como música de ambiente y muestra más el potencial de Andrew Powell, quien al culminar el último movimiento con algo salido de la mente de Giorgy Ligety hace una conclusión del álbum con To One in Paradise, una canción que es la calma adecuada para un viaje repleto de estridentes sonidos y relatos depresivos.
Spotyfy no lo tiene, pero por lo menos puedes disfrutarlo en el formato más atractivo de todos, en vinilo:
Hubiese sido muy fácil agarrar los textos de Poe y ponerles música, en vez de ello hay una sucesión de ideas que intentan generar un sonido del futuro que era muy lógico que iba a ser mal visto por su temática. Curiosamente lo que sonaba tan extraño en ese tiempo se ha vuelto en uno de los discos más refinados de la banda y una muestra de que literal podían hacer lo que se propusieran.
The Alan Parsons Project es un grupo al que estimé mucho en mi infancia. Particularmente mi padre ponía muy seguido este disco y yo quedaba hipnotizado sobre todo porque ya había leído los trabajos de Poe, como niño el descubrir que había un disco que hacía guiños a un material que ya había disfrutado y perturbado era algo especial. Si bien los dos mejores amigos se pelearon y se separaron para cada quién seguir con su rumbo lo relevante fue que gracias a una plática, dos sujetos congeniaron para realizar algo que buscaban, buscaron apoyo el uno al otro, y nació una amistad.
Una amistad que procreó uno de los trabajos esenciales del rock progresivo hace 40 años.