PARA NO OLVIDARSE NUNCA; PORTUGAL ALZÓ LA EUROCOPA
PARIS, FRA.- La lesión del ídolo, un duelo cargado de emociones, un país que lloró por la felicidad del triunfo y una nación que sufrió por la dolorosa derrota, esto resume sin dudas la final de la Euro 2016. Portugal dio la cara, la copa tuvo un justo ganador.
Pese a sufrir por la lesión de Cristiano Ronaldo apenas al minuto 23, la selección portuguesa se mostró a la altura, peleó cada balón a muerte, y aunque Francia hizo lo propio para tratar de llevarse el triunfo, fueron los lusitanos quienes alzaron la corona europea con gol de Éder al minuto 109, ya en el segundo tiempo extra.
El duelo, pese a los breves lapsos de tranquilidad excesiva, fue digno de una final; El ambiente dentro y fuera del Stade de France fue simple y sencillamente extraordinario.
La afición de “Les Blues”, tocaron la puerta de Rui Costa en un par de chances, el arquero portugués terminaría siendo figura.
Las verdaderas emociones llegaron para el complemento, Francia tomó la batuta del encuentro y comenzó a generar cada vez más opciones de peligro. Ambos cuadros llevaron la exigencia de su capacidad física a un nuevo nivel, lo dejaron todo dentro de la cancha.
Todavía en la agonía del tiempo regular, el “mexicano” André Pierre Gignac vio diluirse la opción de hacer el gol del título cuando su disparo, luego de un formidable amague en el área, reventara el poste derecho de la meta del cuadro portugués.
Para los tiempos extras, Portugal sacó a relucir un poco más de fondo físico. Con un Cristiano Ronaldo convertido en un segundo entrenador en la zona técnica, los lusos mantuvieron la calma y el orden para esperar una sola oportunidad que les diera el título sin la necesidad de jugárselo en la tanda de los penaltis. Éder estaba ahí para intentarlo.
El atacante nacionalizado portugués, y que justamente juega en Francia con el Lille, disparó con fuerza desde las afueras del área para lograr el primer tanto del encuentro ya en la agonía del segundo tiempo extra.
El Stade de France se convirtió en la sucursal más grande de la locura, y en testigo fiel de una tragedia nacional; No hubo tiempo para más, la Euro 2016 tenía dueño, era Portugal, con todo y con la ausencia de Cristiano Ronaldo.
Eso sí, apenas iniciaba el protocolo de premiación, Nani se acercó al 7 portugués y le colocó la banda de capitán que le había cedido antes de abandonar la cancha envuelto en llanto. El capitán tenía qué alzar la copa. Y así fue.