ORCA, LA BALLENA ASESINA.
Pirañas, osos, lagartos, pulpos, ranas, menciona el animal de tu preferencia y es probable que en algún momento de la historia haya tenido una película de terror ¿Y por qué no habría de tenerla?, pensaban los productores por allá en los 70’s, la película más taquillera de ese tiempo resultó ser aquella con un tiburón atacando las playas, debe ser sencillo de hacer ¿No?
Gracias a “Tiburón” (Steven Spielber, 1975) podemos dar gracias a que haya un gran montón de películas con la misma fórmula; muchas de estas no son siquiera dignas de la atención de uno (sobre todo las de los últimos años), y otras son divertidas por su valor de entretenimiento barato o el “son tan malas que son buenas”. Una que yo considero que su situación fue injusta es de la que Vamos a hablar hoy.
En costas canadienses (o americanas, si alguien sabe exactamente dónde se desarrolla la trama, háganmelo saber en los comentarios), un grupo de pescadores se dispone a cazar a un tiburón, este grupo está liderado por Nolan (Richard Harris) un capitán irlandés que con su pequeña tripulación busca conseguir el tiburón a como dé lugar. Durante la caza se topan con dos oceanógrafos, quienes estudian a las orcas en el mismo lugar en el que Nolan caza al tiburón. El tiburón se dispone a atacar a uno de estos sujetos, y es salvado por las orcas.
Nolan ve esto con asombro, y también se fija en la doctora Rachel Belford (Charlotte Rampling); ella da conferencias sobre las orcas, y lo inteligentes que pueden ser estos animales, y también nota que Nolan visita estas conferencias. Lo que ella no sabe es que, tras saber lo valiosa que puede ser una de estas ballenas en venta (aunque nunca queda bien especificado quién anda buscando Orcas para su acuario, es como si de pronto dijera “dinero inmediato” y se pusiera a cazar ballenas).
La tripulación se encuentra con estas ballenas y arponean a un ejemplar, que resulta ser una hembra; el animal lucha con la cuerda, amarrándose más y más, y choca contra el bote, hiriéndose gravemente. Cuando suben al animal al bote, se dan cuenta de que es una hembra, la cual tiene un repentino aborto, para el horror de los cazadores; Nolan escucha con horror los gritos de dolor del animal y ve con asco el feto que cae en su bote, y también nota que la pareja de la hembra está como loco en el mar.
Tras deshacerse del animal, en pleno océano, el macho intenta sin éxito revivir a su pareja, y la lleva a la orilla del mar, donde Belford la encuentra, furiosa le dice a Nolan que las ballenas son animales listos, y que recuerdan a quiénes le hicieron daño, y es cierto…ya que la ballena, ronda por el pueblo donde viven, rompe los botes, y espera a que Nolan esté vulnerable para atacarlo.
La película tiene elementos que hacen ver o su falta de presupuesto, o la prisa en que debían entregar el proyecto, algo muy común con las producciones del “célebre” Dino de Laurentis. vemos escenas donde los efectos son risibles, como el montaje de las ballenas saltando del agua, esto se vuelve efecto de archivo por toda la película, pues usan la misma toma de la ballena, una y otra vez.
Y hablando de la ballena, en ocasiones se vuelve incoherente su venganza, o quizás los humanos sean unos completos estúpidos frente al ataque de un sólo ejemplar que puede hacer que se incendie un pueblo entero. La mayoría de los personajes no tienen gracia, ni personalidad, es entonces que la película se vuelve tediosa, pues aparecen por gran parte de la película, y no nos importa el saber qué les sucede. No es una película que nos cause miedo, y creo que eso es lo que me agrada de ella.
Verán, yo la vi hace mucho tiempo en un maratón de tiburón que como de costumbre pasaban en canal 5, la última de estas películas resultó ser Orca, en vez de “Tiburón 4: La venganza” (Joseph Sargent, 1987). Y desde la primera vez que la vi, me dejó marcado algo en especial: El personaje de Nolan.
Es un imbécil, gracias a su crueldad, sucede una escena grotesca, y bastante triste, pues la película retrata a las ballenas como seres completamente agraciados en su estado natural, al principio de la película, se vuelve un motivador el ver cómo la ballena destruye su vida…qué se joda el tipo. Es hasta más adelante que vemos que Nolan es un personaje muy triste, al sentirse identificado con la ballena, y su búsqueda de venganza que él con mucha probabilidad hubiese hecho en su vida personal. Es por el hecho de no querer que nadie más salga lastimado, que se decide ir a la caza de este monstruo. Richard Harris era un muy buen actor, y en esta película le impregna calidad a un hombre acabado por la vida, tanto de aspecto físico como en lo que transcurre la película, para ser un remedo de “Tiburón”, Harris nos otorga una excelente actuación, en una película que trata sobre un animal asesino, y recordemos…un intento de tiburón.
También me agrada la relación entre él y la doctora….en ciertos aspectos; no puedo comprender cómo toma de manera tranquila el hecho de que Nolan haya matado a uno de los animales que está estudiando, nunca le recrimina esto; pero más adelante en la película, se compadece tanto del hombre como de la ballena, al saber que realmente no son malos en su interior; esto la hace llevar su investigación con Nolan, para saber en qué culminará…y sin tener un romance completamente forzado. Al principio de la película parece que irá por estos rumbos, pero no culmina en una historia de amor, sino de confidentes.
Y la música de Ennio Morricone, qué música. El tema principal es muy triste, y es un tema que vemos que aplica en la ballena y en Nolan, los vuelve similes y seres trágicos, y en los momentos de ataques o de tensión, Morricone crea momentos musicales bastante extraños, jugando con vidrios, metales, flautas, y violines que se vuelven gritos del animal, es similar al trabajo que realizó en “La Cosa” (John Carpenter, 1982). El tema principal de la película se volvió uno de mis temas favoritos del compositor, y me evoca a aquella primera vez que lo escuché en la televisón.
Eso tiene la película, la recuerdo con cariño, si no, no estaría recordándola hasta en esta etapa de mi vida, muchos elementos han envejecido muy mal, pero le doy crédito al tratar de hacer de un mero proyecto copia de un célebre blockbuster, algo más; la relación entre el monstruo y el humano es trágica, y me recuerda a Frankenstein, donde al final…no importa quién gane, al final quedarán solos y nadie en este mundo los comprenderá. Ese dolor es palpable en la película, y no muchas películas me dieron ese sentimiento durante esa etapa. La empecé a ver pensando que sería igual de violenta y estúpida como las secuelas del tiburón blanco, y terminé pensando en por qué el humano puede ser tan irracional, y lo lastimero que puede ser un personaje que a simple vista puede ser “malo”.