Aunque Trump ha vendido el acuerdo con México como un triunfo, las autoridades mexicanas no se plegaron a su petición de firmar un tratado de “tercer país seguro”, que habría permitido a Estados Unidos rechazar legalmente a los solicitantes de asilo si no habían buscado primero refugio en el territorio mexicano.
El pacto permitirá, en cambio, que el Gobierno de Trump amplíe a toda la frontera con México un programa que hasta ahora ha aplicado en tres puntos de entrada en la zona limítrofe y que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en el país vecino mientras se tramitan sus casos en Estados Unidos, algo que puede durar meses o años.
El mandatario insistió en que “ahora va a haber una gran cooperación entre México y Estados Unidos, algo que durante décadas no existió”. “Sin embargo, si por alguna razón desconocida no la hay, siempre podemos volver a nuestra posición anterior, y muy lucrativa, de (amenazar con) Aranceles; pero no creo que eso vaya a ser necesario”, añadió.
Trump emitió sus tuits como reacción a una información del diario The New York Times según la cual el acuerdo migratorio con México incluía medidas que el Gobierno de López Obrador se comprometió a tomar hace ya meses.
En particular, el diario aseguró que el próximo despliegue de la Guardia Nacional mexicana en la frontera sur del país ya se había acordado durante conversaciones secretas que mantuvieron en Miami en marzo la entonces titular de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, y laSecretaria del Interior de México, Olga Sánchez.
Trump tachó ese artículo de “falso” y afirmó que su Gobierno llevaba “mucho tiempo tratando de conseguir estas medidas en la frontera, pero no había podido lograrlas, o no por completo, hasta el acuerdo firmado con México” del viernes.