Alerta de Spoilers: por favor si no has visto este episodio ve a hacerlo y después te unes a la celebración de la serie que tiene senos, muertos, política, y sangre: básicamente lo que nos hace humanos.

Otra semana, otro episodio de Game of Thrones. La verdad es que mucha gente estuvo decepcionada del episodio anterior  a pesar de presentar algo más en el subtexto de lo que veíamos, pero la esperanza muere al último (por lo menos en el mundo real, aquí la serie azota tus sueños y esperanzas como berrinche cualquiera). Y regresando de la feria de libro me dispongo a ver el episodio nuevo de mi droga predilecta:

Empezamos con algo que ya se extrañaba, y es de lo que más potencial tiene en esta temporada: Bran Stark y su entrenamiento místico, ese que estuvimos presenciando con pequeños vistazos en las temporadas pasadas y que de pronto ya no salió en la temporada 5, valió la pena aunque fuera un vistazo. Vemos a Bran en un estado catatónico, y sus poderes ahora tienen un mejor control, gracias al entrenamiento de parte del Cuervo de los 3 ojos (un apacible Max Von Sidow), la serie se va llenando de talento grandioso que hemos visto en otras artes y la inclusión del sueco de ojos calmados y voz apacible es la que más me ha emocionado en mucho tiempo.

No necesitamos de ver todo el entrenamiento en cuestión pero ahora Bran puede visualizar el pasado, y presencia el combate de entrenamiento de su padre y su tío, un momento bastante agradable que nos deja percibir el alcance de sus capacidades sin quitarle lo trágico: su maestro lo explica muy bien, “es hermoso lo que hay debajo del mar, pero si te quedas por mucho tiempo te ahogarás”, el viaje al pasado puede ser la salvación de un niño que ha sufrido bastante y quiere recordar los viejos tiempos.

Emociona lo que nos tiene preparados en estos segmentos que si bien no han sido de mis predilectos y quedan poquitas cuestiones al aire (¿Y Osha y Rickon?) queremos ver a un Bran ser útil y consciente de su poder… eso es lo bello de los Stark: los diferentes caminos que han tomado son básicamente la selección de tu clase en la partida de un juego de rol.

Pero no me hagan caso ¡Vean a Hodor! ¡Habla y es joven! la revelación del año…

Ser Davos sigue a la guarda del cadáver de Jon Snow y todo parece perdido, hasta el hombre que generalmente vemos apacible quiere entrar a la pelea… pero llega un grupo de salvajes liderados por Tormund y Edd y es un recurso quizás barato considerando el tino tan oportuno, pero todo argumento se va al carajo cuando ves que traen a un gigante y de inmediato se vuelve la razón para que esto no se vuelva una carnicería.

Nunca jodas a un gigante.

Y es casi tan imponente como las amenazas de King’s Landing: una Montaña renovada al servicio de Cersei -y que hace que la guardia del rey tiemble- y en una medida más inteligente y mucho más amenazadora con El Gorrión Supremo, en serio ¿a qué le teme este sujeto tan desagradable?, no respeta la privacidad del funeral de Myrcella y no le inmutan las amenazas de parte de Jaime, la verdad es que ser un villano despreciable es complicado y en toda la serie no hemos visto a Jonathan Pryce mostrarse furioso. Lo amenazador proviene de su capacidad de hacer caer un reino y es muy probable que con su movimiento religioso busque que la monarquía no exista más en King’s Landing y todo Westeros.

Y tienes que odiar a un villano que aparece con un poderío visual casi mesiánico ¿o nosotros somos los villanos por odiarlo?

En Mereen no hay noticias de Daenerys pero sus aliados están pensando en que no van a estar muy seguros sin la reina de los dragones y pues bueno… sus dragones. Por suerte tienen a Tyrion quien además de hacer su segundo chiste de falos forzado de la temporada, les da a conocer a los demás de que sabe del comportamiento de los dragones. Con un nuevo lema que pienso adoptar de inmediato -“Bebo y sé cosas”- Tyrion junto a Varys tienen el highlight  del episodio: Los dos hombres que no son imponentes físicamente bajan a la guarida de los dragones, es un momento de absoluta comedia por sus rostros de miedo, y no se queda en ese aspecto; Tyrion se abre con los dragones que no lo ven como amenaza y da un monólogo -que ya extrañábamos- sobre lo que pensaba de estas criaturas. Los dragones de Danny, se ven apagados, sin color y tristes, y resulta infructuoso para el pobre enano ver que los dragones no huyen del lugar, presienten que su madre no está.

¿Habrá otra oportunidad o veremos ese golpe prometido?

Arya sigue siendo golpeada por la cosa güera que no tiene nombre (al parecer algo bastante común en Bravos) y aparece el asesino predilecto de todos: Jaqen. Le pone a prueba y lo único que tiene que decir es que ya no será una limosnera.Es un momento pequeño y bastante similar al del episodio pasado, no resulta aburrido pero no queremos ver a Arya ser golpeada toda la temporada (y no lo harían, tienen el tiempo encima).

Ramsay está desatado. Regañado por su incompetencia por Lord Bolton, comparte la noticia de que ya tiene un hermano… y luego mata a su padre ¿Sorpresivo? sí ¿aprovechado? no.

Roose Bolton se ganó el odio de todo el mundo por cierta traición que todo mundo sufrió y su muerte palidece ante la importancia del personaje, pero lo cierto es que era un villano sorpresivo y con apariencia metódica, su muerte se siente apurada y no hace más que ver a Ramsay como un villano carente de la complejidad emocional que tenían los anteriores… porque sí, hasra Joffrey tenía su chiste, aunque eso puede que resulte del contraste entre hijo y padre. El siguiente fallo sigue en una escena que muestra que simplemente es un sujeto amante de la violencia, matando a su hermano y madrastra de una forma en la que no se muestra (porque tú sabes: GoT ya tiene callo en eso de matar niños). Esto hace demostrar a la audiencia que Ramsay  no es un genio, que toda su habilidad para dañar a Theon era por órdenes de su padre; así quizás es su personaje y puede que la gente lo aprecie por ser un hijo de puta, pero en algo estamos de acuerdo: ya esperamos con ansias su derrota.

Sansa y su equipo acampan y ella conoce que su hermana está viva… sabrá Dios dónde pero lo está. Y Theon no se siente digno del perdón de Jon ni de Sansa porque resiente la traición hacia Robb. No lo podemos culpar porque la casa Greyjoy debe de ser la peor casa de la historia de las casas en Westeros. En serio: no tienen aliados, todo mundo tiene cara larga, su lema apesta e incluso están localizados en un castillo que en algún punto se va a derrumbar. Yara es la única con poder ya que el siempre molesto Balon recibe su muerte a manos de Euron en una escena que desde el momento de su concepción ya se percibía el desenlace (similar a lo que pasa con Han Solo). Los Greyjoy deben de mejorar y mostrarse interesantes, o se volverá otro desperdicio como Dorne, pero con honestidad ¿recuerdan el plan de Yara para rescatar a su hermano? se resolvió en un episodio, no cuenten con que arregle lo del asesinato de su padre de una manera satisfactoria.

Y sí… el bastardo ya abrió los ojos en un momento que ya esperábamos y funcionó por lo que es, no nos han dicho las secuelas de revivir por parte de Snow pero con los antecedentes que tenemos de la gente que lo ha hecho… nunca salen bien al 100%. Otro elemento que me salta es Ser Davos no se ha dado cuenta del triste destino de Shireen. Su aparente alianza con la bruja favorita de todos es una bomba de tiempo.

Pero no sufran más, está de regreso el personaje predilecto de toda ama de casa.

Jeremy Podeswa regresa a dirigir este episodio y es su último en la serie. Funciona como cierre de su participación pero hay algo que punza y que nadie quiere aceptar: Game of Thrones se está volviendo predecible. Es natural esto tomando en cuenta que la serie en un momento debe de terminar, pero con ello afecta que momentos que bien pudieron jugar con la predisposición de la gente como el destino de Arya y pues la muerte de Snow, si algo caracterizaba las anteriores temporadas era que lo que te gustaba, tardaba en llegar… pero recompensaba bastante.

Ahora ¿es un mal episodio? no, de hecho es uno bastante apreciable por recuperar momentos que no extrañábamos pero que le dan una nueva oportunidad de reivindicarse. Si bien hay momentos sosos como la casa de los Greyjoy o lo plano de Ramsay –porque es una situación desaprovechada- es satisfactorio sobre todo por el factor “shock” (vamos, un gigante llega y mata a un sujeto azotándolo ¿cómo no amar eso?), y la fotografía mejoró bastante presentando tomas que van a ser icónicas. Los cabos comienzan a arreglarse para aquellos que han seguido la trama de las novelas en parte por un guión de Dave Hill el cual no volverá a trabajar en esta temporada, el siguiente episodio será de vuelta la dupla Benioff/Weiss y será interesante apreciar lo que sobra, lo que sirve y lo nuevo.

Hasta la próxima semana.