CIUDAD DE MÉXICO, MEX.- ¿En serio tenemos que decirlo de nuevo? León perdió otra vez, se sumergió más en su crisis y confirmó lo que todo el mundo ya sabía: Esta crisis es un peligro, y ya amenaza con cobrar a sus primeras víctimas, Gustavo Matosas lo sabe. La Fiera cayó por la mínima ante el Cruz Azul.
Del partido, la verdad, no hay mucho que decir, realmente podría englobarse en un trámite complejo, sin tanta emoción, sin intensidad. Tras unos primeros 15 minutos llenos de nada, vacíos, Mauro Formica llegó para hacer temblar la meta leonesa con un remate que se quedó cerca de superar al aqueo Esmeralda Chrstian Martínez.
Una jugada más tarde, Fernando Navarro dejó ir la suya luego de un pase filtrado al pie ejecutado por Carlos Peña, que por cierto tuvo un duelo no malo. El chaparrito de los Verdes se engolosinó, como dice la barriada, y se hizo nudos con la pelota para finalmente no disparar a la puerta de José de Jesús Corona.
Pero al chile, todo iba a cambiar al 26, la verdad los cruzazulinos ya estaban más sólidos dentro del terreno de juego, el gol de Mariano Pavone era merecido, aunque las circunstancias fueron penosas, puesto que Nacho González hizo el oso de su carrera y falló al tratar de sacar la pelota de su área. Con movimientos de cuello ciertamente cómicos, el 35 de la Fiera le regaló la pelotita a Pavone para que fusilara a Martínez por el más reducido de los ángulos.
Y este es el punto donde se comienza a debatir chido, León no mostraba el más mínimo interés por levantarse, por defender el honor, el orgullo y su bicampeonato. No había entrega, todo estaba lleno de errores, al chile, este equipo estaba dando pena. En uno de sus esporádicos intentos, Jonathan Bottinelli reventó el traveseó con un remate de cabeza.
Ahora, ¿Cómo le explicamos que los primeros 25 minutos de la parte complementaria fueron una basura?… pues así, el inicio de la parte complementaria no dejó nada bueno para nadie. Matosas, sabiendo que su chamba ya pende de un hilo súmamente delgado, hizo sus cambios, gritó, se puso intenso pero nada. Su equipo no levantaba.
El plus de la tarde llegó con el ingreso de Cristian Giménez que pese a su veteranía, bailó la más cruel de las danzas sobre el orgullo esmeralda. No hubo tiempo para más, ni futbol para menos, León sumó su séptima derrota de la campaña. La Fiera ha perdido el estilo, ha fallado a su propio emblema, a su sello. ¿Será que todo está perdido? ¿Será que ya valió?
FOTOS: IMAGO 7