Benedicto XVI, el papa emérito, murió en la Ciudad del Vaticano a la edad de 95 años después de un período de mala salud.
Benedicto XVI, quien fue el primer pontífice en casi 600 años en renunciar a su cargo, en lugar de ocupar el cargo de por vida, falleció este sábado 31 de diciembre.
La noticia de su muerte llegó días después de que el papa Francisco pidiera a los fieles que rezaran por Benedicto, diciendo que estaba “muy enfermo”.
“Quiero pedirles a todos una oración especial por el papa emérito Benedicto que sostiene a la Iglesia en su silencio. Él está muy enfermo. Pidamos al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor por la Iglesia hasta el final”, dijo Francisco en su audiencia general el miércoles 28 de diciembre.
Al final de la audiencia general, el papa Francisco fue al Monasterio Mater Ecclesiae en la Ciudad del Vaticano para visitar a Benedicto, dijo el Vaticano. Hubo “un deterioro debido al avance de su edad” en las últimas horas, dijo un portavoz del Vaticano el miércoles 28 de diciembre, y agregó que los médicos estaban monitoreando la situación.
Su salud había estado en declive durante algún tiempo.
Benedicto XVI sorprendió a los fieles católicos y a los expertos religiosos de todo el mundo el 11 de febrero de 2013, cuando anunció sus planes de dejar su puesto como papa, citando su “edad avanzada”.
En su discurso de despedida, el entonces papa saliente prometió permanecer “oculto” del mundo, pero siguió hablando sobre asuntos religiosos en los años posteriores a su retiro, lo que contribuyó a las tensiones dentro de la Iglesia católica.