CIUDAD DE MÉXICO.- México es el País “donde solo mis chicharrones truenan”, ese fue uno de los señalamientos lapidarios que el veterano político de izquierda, Porfirio Muñoz Ledo, lanzó desde la tribuna de la Cámara de Diputados a su partido morena y a su presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esto durante la discusión de aprobación del dictamen en favor de las reformas a la Ley Judicial que, entre otras cosas, amplía dos años el periodo de su magistrado presidente, Arturo Zaldívar.
Calzando la estatura parlamentaria que le caracteriza, Muñoz Ledo tejió la última mejor oratoria que se haya tenido en ese recinto legislativo.
“Me opongo con toda la fuerza y convicción de mi ser, con todo el esfuerzo memorioso que hemos hecho desde 1988 para instaurar en el País un orden democrático y no una República autoritaria a este insensato proyecto de volar la Constitución Política del País”, dijo al arrancar su discurso.
Luego, con una cadencia enérgica, advirtió del perjurio que se estaría cometiendo con la reforma.
“Se está y se podría estar cometiendo perjurio en este caso, el perjurio es un delito del orden común que significa que se falta a la protesta que se ha cumplido, quienes votan a favor de esa iniciativa están cometiendo perjurio. Juraron con la mano derecha cumplir y hacer cumplir la Constitución y la están vejando a conciencia”.
Y siguió lanzando incómodas palabras a su Grupo Parlamentario.
“Yo digo a mis compañeros del partido no somos rebaño, no somos cardumen, como los pececitos, somos diputados de la nación y hemos jurado cumplir la constitución y habremos de imponerla”.
Quizá la crítica más dura vino cuando comparó lo que ocurre en México con el surgimiento del nazismo.
“Lo que está ocurriendo en el País tiene dos visiones, estamos por una parte llegando a lo que algunos actores llaman bifurcación de la historia, este es un momento de no retorno, o nos vamos de un lado o nos vamos del otro, o nos vamos hacia la democracia o nos vamos al autoritarismo, en Europa, en los años 30 del siglo pasado, antes de la guerra, había un socialismo democrático y había un socialismo duro ¿qué pasó? Que la cercanía de los acontecimientos belicosos hizo que se dividiera en dos, de un lado quedó el frente popular socialismo democrático y del otro lado, el nacional socialismo, conocido como nazismo y como fascismo, ese es el momento que estamos viviendo en la historia de México”.
Luego, enumeró los grandes defectos de la humanidad que amenazan la democracia: “ser machista, ser autoritario, ser centralista, ser discriminatorio y ser chicharronista, este es el País de solo mis chicharrones truenan”.