“Mary Poppins apesta, fin de la discusión” decía Deus de hace unos 10 años.

Eso, es lo que mi otro yo pensaba hace no mucho tiempo. No voy a defender lo indefendible…pero he de aceptar que antes era una persona muy diferente a lo que soy ahora. Si algo puedo reconocer es que antes era muy pedante, mamón, burlón, lo que yo quería ver y veía era oro, lo demás podría ser mierda ante mis ojos. Gracias a muchas cosas en la vida, puedo decir que he cambiado, aunque en ocasiones la gente siempre te vea con ese estigma, no importa lo que hagas.

Tú sólo haz las cosas por tu superación sin esperar halagos.

A a todo esto ¿Qué tiene que ver esto con Mary Poppins? bueno, nunca la quise ver. Ni de niño, no se me antojaba y siempre la renegaba. Da la casualidad que compré por una ganga la edición del 40 aniversario, pero por azares del destino, nunca la vi. En una etapa en la que, para aminorar el número de películas acumuladas veía 3 al día, Mary Poppins quedó programada para la primera a las 5 a.m; terminé de verla, y la volví a ver… ese día la vi 3 veces.

Todo ese tiempo me perdí de algo realmente bueno, sea por mi terquedad e ineptitud, pero hasta cierto punto agradezco el haberla visto en esta edad, no creo que me hubiese afectado de la misma manera si de niño la hubiese visto, estábamos predestinados a encontrarnos a cierta edad.

En un Londres de principios del siglo pasado, un vagabundo llamado Bert (Dick Van Dyke) entretiene a un conglomerado de gente con música y sus poemas, de pronto siente un cambio en el viento…un cambio en el viento que lo distrae, pero sabe que es un cambio para bien. Al terminar su acto rompe la cuarta barrera y se dirige hacia la audiencia. Nos lleva al número 17 de la calle Cherry Tree Lane, donde se escucha un gran alboroto.

Resulta que la actual niñera de los niños Banks, Jane y Michael, la han vuelto loca y decide irse escuchando los ruegos de Winnifred Banks, y el despiste de George Banks, los patriarcas de la familia. Furioso, el señor Banks decide buscar a una nueva niñera a primera hora del día siguiente, no sin antes…encontrar a sus hijos. Un oficial de policía los lleva a la casa, los chiquillos hambreados y con miradas tristes, regresan a su cuarto. George comienza a redactar una descripción de la niñera perfecta, los niños escuchan esto y acuden con su papá, ellos presentan la idea de una niñera perfecta: bonita, de mejillas rosadas, que les haga juegos y canciones, su padre niega rotundamente la idea de que eso sea una niñera perfecta, rompe la carta de solicitud de los niños y la echa a la chimenea.

Para su sorpresa, el viento se lleva las hojas, y al día siguiente hay una fila enorme de niñeras que pelean por el puesto de ser la tutora de los niños Banks; una ventisca arremete en el lugar y los niños son testigos de cómo el viento se lleva a las viejecillas gruñonas, para dejar sólo a una opción, una opción que además llega del cielo con su paraguas y su maleta: Mary Poppins. La niñera se presenta ante el señor Banks con la letra que el mismo rompió, para su asombro y desconcierto. Llega a las escaleras, y lo primero que hace es subirlas por el barandal, Jane y Michael se quedan sorprendidos: la niñera que acaban de conseguir es mágica.

Mary Poppins: diezmando la población de niñeras inglesas desde hace 50 años.

¿Han sentido alguna vez que están frente a una película perfecta? me pasa eso con Mary Poppins, con críticas y mentadas de madre… pero por más que lo pienso, no encuentro un error que me haga pensar que la película es horrenda o que la descalifique, simplemente estamos frente a una de las mejores películas de la historia.

Vayamos por partes, empezando por sus personajes.

Julie Andrews es espectacular como Mary Poppins; su belleza se lleva de la mano con una voz esplendorosa que acompaña a las canciones de la película, y dota a Mary de una personalidad bastante curiosa y misteriosa. Estamos ante un ser que fácilmente ha vivido muchos años (yo tengo la teoría de que fue niñera de Bert o de acuerdo a la película, han estado enamorados), vive con artilugios mágicos, y es prácticamente perfecta, o por lo menos eso piensa. Es vanidosa, celosa, y siempre quiere ser la mejor, además de jugar con la inteligencia de quienes lo rodean y nunca regodear de la magia que realiza…eso deja dudas ¿por qué hace esto? le da a su personaje un giro interesante y que podría parecer frío, pero al final vemos que tiene su corazón, y toda acción, por premeditada que esté, es para el aprendizaje de los niños.

El segundo personaje que tiene más desarrollo a través de la historia, es el señor Banks, interpretado por David Tomlinson; uno pensaría que son los niños, o Bert, pero el personaje que vemos enfadoso, gruñón, jefe de todo y carente de humor es el que más aprende a lo largo del filme. Con una voz también muy melodiosa, nos cuenta que busca el bienestar para sus hijos, es un hombre común inglés de la época: estricto y carente de diversión para su familia. No es un hombre malo, solamente no sabe interpretar sus deseos. Lo vemos y deseamos un cambio para bien, bien podría pasar, y en muchas ocasiones rememora a padre de cada uno; al que tachamos de amargado, frío… pero en realidad no siempre sabemos qué es lo que le sucede.

Banks contempla en su mano las monedas de Michael, esto expresa todo el tiempo que ha perdido con sus hijos, además de su inocencia y la preocupación de estos por su padre.

Y Bert, por Dick Van Dyke… sí, su acento es HORRIBLE, pero que eso no sea un distractor: es un buen personaje y hasta diría ejemplo de vida. Lo vemos siempre en la calle tratando de sobrevivir, es hábil en un sinnúmero de cosas y siempre con una actitud positiva frente a lo que se le presenta ¿la lluvia arruina tus trabajos de arte sobre el piso? mañana será otro día ¿ves a unos niños por la calle asustados? ofreces tu ayuda y les das una lección de vida. Y vaya manera de bailar. Dick Van Dyke era un excelente bailarín y en todas sus escenas además de lucirse con sus movimientos y flexibilidad, posee un carisma que también se traduce en sus coreografías.

Carisma contagioso y euforia explosiva: eso es Bert.

Mary Poppins funciona por una ecuación que pocas películas logran, sobre todo películas del corte musical: Las canciones aportan a la  trama, no se sienten de relleno, y además son bastante entretenidas.

Gran parte de esto se debe a la Trinidad de la compañía en ese tiempo: Irwin Kostal como el compositor de orquesta y los hermanos Sherman en las letras de las canciones. Las canciones de la película son inolvidables, básicamente en un punto de la vida (Kinder, aproximadamente) han cantado “Supecalifragilisticoexpialidoso”, la que quizás sea la más recordada de la película, pero no olvidemos “Chim Chim Cheree”, canción que le valió el premio de la academia.

Y Feed The Birds… Es mi canción favorita de la película, además de mi favorita entre todas las canciones de la casa productora; melancólica, nos hace reflexionar sobre nuestras acciones y lo poco que apreciamos lo cotidiano de la vida, las vidas secretas de las personas que luchan para salir adelante, y la humildad siempre ante cualquier situación. No voy a mentirles, cada que escucho la canción, un sentimiento me invade y me parece que es de las pocas que hacen esto.

No me hago responsable de lo que sientan al escucharla…pero háganlo por favor.

Y no sólo la música hace esto, sino que el ritmo que lleva es perfecto, sabe cuando ser rápida y frenética, armoniosa y también tener sus momentos serios. El ejemplo perfecto está en la secuencia de “Step in Time”, momento exhilarante y divertido, que crece poco a poco hasta llevar la secuencia a un extremo de alegría totalmente ridículo…como estar ebrio. Y luego, la triste realidad que aqueja al señor Banks. Su solitaria caminata por un Londres de noche mientras va a la espera de terribles noticias, es muy triste, la película crea una atmósfera perfecta con la música, las luces, y los escenarios recreados con pinturas y neblina. Es uno de los momentos donde sentimos que la magia que la película ha mantenido por dos horas puede acabar…para entonces volver a llenarnos de alegría, y terminar de una manera satisfactoria tanto para los personajes, como para la audiencia que ha pasado de tener lágrimas de tristeza, a lágrimas de absoluta felicidad.

Banks liberado de las presiones cotidianas, aprecia la vida como debe de ser y recupera a su familia de manera simbólica con la cometa.

Como podrán ver, adoro esta película; podría pasar horas y horas platicando sobre lo maravillosa que me parece, tanto en aspectos sentimentales, como en los aspectos técnicos, no me queda más que invitar a aquellos que nunca la han visto, que le den una oportunidad…quién sabe, igual y sienten esa conexión al igual que en mi caso, y la familia Banks se vuelva algo importante en sus vidas.

Ustedes deciden.