MARES TEMPESTUOSOS…
Muy poco me duró el gusto. Decidido a cruzar el puente Guadalupe-Reyes en la fiaca total, fui al cine y me fue imposible no hablar sobre esta estupenda odisea marítima. Y si por puras objeciones subjetivas fuera, parte de la filmografía de Paul Greengrass carecería del valor que en realidad tiene, el pecado de haber trabajado en una saga de espionaje igual de alucinada que las aventuras de James Bond.
No obstante, el director inglés recupera el crédito perdido al haber realizado una interesante producción de estudio evitando como la peste el cliché de un súper-título informativo indicando que se trata de una historia basada en un hecho real. Si somos honestos, debemos reconocer que sin llegar al nivel introspectivo y denunciatorio del cine liberal norteamericano, Capitán Phillips reconcilia un relato interesante con el sentido del espectáculo a lo Hollywood; dos maneras de entender el cine y que no tienen qué estar distanciados por sus propias convicciones.
Para efectos de la concisión periodística, la película recrea el acto de rapiña y el posterior secuestro del titular de un barco comercial estadounidense por unos improbables bucaneros somalíes. Tan improbables que resultó una sorpresa a nivel mundial cuando se difundieron imágenes reales de alguno que otro abordaje capturado por la televisión.
Desdeñada por un servidor (gracias a ese esnobismo que suele acompañarme de vez en cuando) porque la propuesta generó la impresión de ser una simple oda al espíritu de heroísmo y sobrevivencia gringo, digamos en un choro insoportable tipo 127 Hours; en principio, Capitán Phillips es una asombrosa descripción de dos entornos que reflejan el status quo de los bandos en conflicto: la riqueza y monumentalidad de los contenedores en el interior de las aduanas marítimas en contraparte de la miseria, hambruna y desesperación de un gueto somalí de la que emergen corsarios como piltrafas humanas con encías prominentes debido a una desnutrición palpable. Así de parco y contundente.
Establecidas las condiciones paupérrimas “de los villanos del film”, el realizador procede con extremo cuidado el evitar demonizarlos y bajo la rigurosa medida de los cartabones dramáticos, humanizar a través de sus conflictos internos, su violencia inherente y sus carencias morales a estos piratas medio improvisados, ineptos, audaces, ciertamente carismáticos y otro más bien psicópata. Así como del mismo modo se preocupa por despojar de cualquier aura prototípica del héroe de acción sobre el capitán Richard Phillips, en una estupenda actuación a cargo de Tom Hanks, de su contraparte Barkhad Abdi y del resto del elenco multirracial.
Si bien todos los personajes responden paranoicamente ante una situación límite y como se comportaría cualquier ser de carne y hueso, quienes actúan con un trazo estereotipado resulta ser la maquinaria belicista norteamericana, de un desempeño frío y calculado que no dudará en despacharse a los piratas incluyendo a su coterráneo de ser necesario para proteger los intereses de la nación. Por ello el llanto catártico, liberador y el estado de shock al final de la odisea.
Con una filmografía llena de ejemplos en los cuales externa su preocupación por describir los contextos emocionales de gente sencilla cuando la violencia terrorista se desata en un entorno cotidiano (United 96. 2006; Bloody Sunday. 2002; e incluso podemos acreditar a su imaginario Masacre en Omagh de la que fue escritor y productor en 2004 y encomendada a Pete Travis), el gran aporte de Capitán Phillips resulta más allá de un asunto evocativo: acaso el contagio de una especie de Síndrome de Estocolmo extensivo hacia el espectador y que lo obliga a empatizar por estos delincuentes del inframundo africano, recreados con verosimilitud y naturalismo muy por encima de la caricaturización política. También pueden llegar a ser bien culeros, que quede claro.
Captain Phillips (Capitán Phillips)/ D: Paul Greengrass/ G: Billy Ray basada en la novela de Richard Phillips y Stephan Talti/ F en C: Barry Ackroyd/ E: Christopher Rouse/ M: Henry Jackman/ Con: Tom Hanks, Barkhad Abdi, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed, Mahat M. Ali y Michael Chernus/ P: Translux, Trigger Street Productions, Michael de Luca Productions y Scott Rudin Productions. EUA. 2013.