LEON

El paso, Texas, 1966. En una pequeña cafetería se encuentran Stirling Silliphant Harold P. Warren. El primero es un productor y guionista de Hollywood, aún no lo sabe, pero ganará un premio OSCAR por su trabajo en Al Calor de la noche” (Norman Jewinson, 1967), además de volverse uno de los más solicitados en su labor con trabajos como Infierno en la torre, La Aventura del Poseidón, entre muchas otras. En este momento, en 1966, Stirling acaba de ser el guionista de “El pueblo de los malditos” (), tú sabes, esa película de los niños de pelo blanco que controlan mentes.

El otro, es un soñador. Harold vende mierda… en serio; vende fertilizante para agricultores, pero está aburrido de su vida, por lo que ha intentado entrar al mundo del teatro como actor y escritor de obras para la pequeña compañía que reside en su pueblito, ha incluso escrito libros y tiene como idea millonaria el patentar ladrillos que se acomoden como si fuesen Legos: obviamente nadie lo toma en cuenta y lo ven como el buen Harold, aquel que no puede aspirar a más en la vida.

Estos dos están platicando, seguramente para que la tarde de los dos no se vuelva una tediosa en donde la soledad te hace pensar en todo menos en lo que debes. Hablan y hablan y de pronto aparece la idea que Harold tiene.

-Apuesto a que no debe de ser difícil hacer una película-

-¿En serio crees eso?-

-¡Por supuesto! ustedes que trabajan en el medio lo hacen ver como la cosa más complicada, no lo parece ser, necesitas de una cámara y una buena idea para hacer un proyecto-

Y surge la apuesta. Stirling apuesta con el soñador y le promete una suma de dinero extravagante si logra hacer una película, le estrecha la mano en un tono burlón pero el otro no cae en sus amenazas disfrazadas de comprensión… aunque sí acepta la apuesta. Estrecha la mano de manera emocionada y, para sorpresa de Stirling de inmediato pone a trabajar su mente en su película. Agarra una servilleta de papel del propio establecimiento y le pide una pluma al guionista, y en una caricatura de lo que hace, un insulto a su labor y a la inteligencia del sofisticado hombre que trabaja en la televisión, comienza a escribir el guión de su película.

Stirling sólo puede pensar en ¿Qué carajos acabo de hacer?

Hablar de Manos, es hablar de una de las peores películas de la historia, título que carga con orgullo desde el día de su estreno el 15 de Noviembre de 1966. Ha sido burla de todos, y siempre lo va a ser… porque en efecto demuestra que una película no se hace por cualquiera.

Aunque en su defensa, todo mundo sabe hacer una película mala, pocos son los agraciados de poder lograr una película horrenda.

En un viaje por El Paso, Texas una familia de 3 personas están perdidos, después de vagar por mucho tiempo en su auto deciden llegar a una casa y pedir ayuda, son bienvenidos por Targo (John Reynolds) quien actúa y camina de una forma misteriosa; como Targo no les es de mucha ayuda, piden asilo para pasar la noche, a lo que Targo acepta no con mucho entusiamo ya que “el amo no se encuentra en casa” y debe de cuidar el hogar. Cosas extrañas suceden en el lugar y la familia se encuentra con el misterioso Amo (Tom Neyman) quien tiene un montón de novias e intenta convencer a Margaret (Diane Mahree) y a Debbie (Jackie Neyman) de unirse a su séquito que es una congregación en honor del misterioso dios “Manos”.

A manos por alguna razón le gusta ver mujeres en camisones transparentes pelear en la tierra y volverse estatuas.

A manos por alguna razón le gusta ver mujeres en camisones transparentes pelear en la tierra y volverse estatuas.

¿Efectos especiales? para qué esforzarse en ellos, ¿Coherencia? No la necesitas a la hora de filmar, ni de editar, ni a la hora de que actuar. Manos tiene eso y mucho más, llega a un nirvana de lo imposible porque de verdad no puedes creer que lo que estás viendo se filmó, se vuelve la comedia involuntaria mejor realizada de la historia del cine, y es por eso que todo mundo debe de verla.

No hay mucho qué mencionar de las actuaciones, pero es imposible el no pensar en el triste destino de John Reynolds. Sus aspiraciones como actor profesional siempre se vieron inmiscuidas en un severo problema de drogas y una depresión tremenda, su papel como Targo era la última opción que pensó, aquella que lo mandaría al estrellato y que lo volvería un actor de renombre.

No fue así.

Si tomamos en cuenta que:

  • Durante toda la filmación de la película Reynolds estaba bajo la influencia de ácido, es por ello que su personaje siempre balbucea, dice cosas extrañas, cambia de tono cada toma y tiene una mirada perdida en el infinito.
  • Se supone que es un sátiro y contaba con prótesis en las piernas que lo harían ver como si tuviese patas de cabra. Por alguna extraña razón Reynolds las puso del modo contrario y es por ello que Targo tiene piernas chuecas; da gracia verlo caminar con un esfuerzo increíble y el hecho de que en la filmación nadie le dijera nada, pero también puedes apreciar el dolor de su rostro porque esas cosas lastimaban como el demonio.
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¿Y por qué tiene cuatro cejas?

Era obvio que Targo no iba a ser EL papel que buscaba. La gente tampoco lo vio así, y se burlaron en el estreno de la película, dando el último golpe a un actor que no pudo más y un 15 de Diciembre de ese mismo año, acabó con su vida de un disparo.

La película pasaría al olvido colectivo del mundo quien no recordaría al Amo, a Reynolds ni a Harold… era sólo un pequeño proyecto de un pequeño pueblo. Hasta que ese día llegó.

Por azares del destino, la única copia sobreviviente de Manos llegó al programa de culto “Casa de ciencia ficción y misterio 3000”; si no sabes qué es… déjame decirte que te has perdido de uno de los mejores programas de la historia y un precursor de lo que se hace de manera tradicional en internet: criticar películas en un tono burlón. Joel y sus robots lograron uno de los episodios más divertidos en la historia del programa y la gente se interesó por ManosJackie Neyman supo de que habían pasado la película y deseosa de volver a encontrar un proyecto que le recordaba al esfuerzo de su comunidad y su familia quiso saber el cómo se hicieron de quizás la única copia existente de Manos.

De hecho puedes ver el episodio completo, entre muchos otros en el canal oficial del programa.

https://youtu.be/Pbzkn4Wce-A

A partir de ahí la película volvió a retomar su legado como una basura para nuevas generaciones y obtuvo restauración por parte de los fanáticos, un musical, una secuela, un videojuego y re-estrenos en el cine: Manos se volvió un éxito.

Yo recuerdo el episodio en donde se burlaban de la película y siempre me gustó, y fue hasta que me volví adulto que supe de la historia detrás de la porquería conocida como Manos: me enamoré. No puedo decirles que es buena, pero su historia detrás y su delicada linea de estupidez la vuelven una de mis películas favoritas, una que me llena el corazón de ternura y que además no me canso de ver. La labor de un crítico se rompe con esta película, una que no importa lo que digas, nada daña su reputación que de nuevo, carga con orgullo.

Al final, esa película se logró, nadie dijo que tenía que ser buena, pero para nuestro beneficio, se volvió en una de las peores de la historia. Larga vida a los soñadores, larga vida a Manos: the hands of fate.

 

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