LEÓN, Gto.- Esta crónica podría iniciar con palabras como crisis, problemas, escases de resultados, pero basta con decir el resultado del partido de este miércoles para entender que las cosas no andan bien. León empató a unos ante el Herediano de Costa Rica en su debut como local en la Concachampions.

Para este encuentro, el jefe Matosas alineó a un conjunto juvenil con refuerzos claros en puntos que parecerían estratégicos, basta decir que jugó bandita como Nacho González, Edwin Hernández, Aldo Rocha y Miguel Sabah. Además en la delantera, le dio minutos a Martín Bravo que pasó el duelo con más pena que gloria.

El duelo no iniciaba mal, ambos equipos buscaban la pelota con intensidad aunque la neta en dos tres chances, se pasaron de loquillos y se disputó la de gajos con mucha violencia. Los ticos se rifaron un buen partido, tanto que llegaron a tener los tres puntos en la bolsa.

Las primeras opciones de gol llegaron para los Verdes, pero en un típico “no me ayudes compadre”, Oscar Suárez coartó la posibilidad de que Bravo marcara el primero de la tarde al 13, dado que tocó el disparo del ariete naturalizado mexicano, pero el jovencito estaba el posición adelantada. El gol fue anulado.

Para el segundo tiempo, las cosas se empezaron a poner densas, León inició atacando, pero el Herediano ya tenía a los 11 en su área, faltaba nada más que los utileros, médicos y el mismo entrenador César Méndez se metieran a la cancha para defender su meta.

Sin embargo, y pese a estar bien concentrados en temas defensivos, los ticos no descuidaron el ataque y con un par de movimientos interesantes desde la banca, uno de ellos la inclusión del mexicano Antonio Pedroza, poco a poco comenzaron a aprovechar los espacios dejados por la Fiera para generar opciones de peligro.

Y sin Yolanda Maricarmen, una de estas chances terminó en gol. Con 19 minutos en el reloj, y tras un par de llamadas de atención, Francisco Calvo ganó un remate en los linderos del área chica y envió la pelota al fondo de las redes en medio de una sensación de incredulidad para toda la bandita, porque la neta nadie presupuestaba una posible derrota ante el Herediano.

De ahí en adelante vino la presión de los aficionados, los reclamos, los abucheos, los insultos. La Fiera trataba, buscaba, pero nada. Jugadores, como el caso de Edwin Hernández, se ganaron el repudio de los asistentes porque nomás no se rifaron una buena, el “Aris” desbordó machín cuantas veces quiso, pero envió centros para el olvido que nadie podía ser capaz de rematar.

Sin embargo, también con movimientos desde el banquillo, Matosas buscó despertar a su equipo con la entrada de Mauro Boselli, Chema Cárdenas y Elías Hernández; Para resumir todo en una simple frase basta decir que todo: funcionó.

Sí, León no mejoró mucho su nivel de juego, pero la neta sí comenzó a generar opciones más densas que las que en un inicio ocasionaba; Boselli buscó por aire, sobre todo, pero Daniel Cambronero le negó el festejo en dos-tres chances.

El juego agonizaba, el reloj ya precisaba 88 minutos, la banda ya le estaba cayendo del estadio para alcanzar la oruga, cuando el grito de gol los sorprendió en pleno López Mateos; Tras un córner ejecutado por Elías, Mauro Boselli remató con fuerza para vencer al arquero de los ticos de una buena vez y poner el marcador empatado en unos.

Todavía con esa adrenalina que generó su anotación, y con los cánticos entonados por toda la bandita entera, Boselli se quedó a nada de marcar el de la victoria en la última jugada del partido, su pelota fue rechazada una vez más por Cambronero. No hubo tiempo para más.

Mauro Boselli terminó por rescatar el empate ante un cuadro tico que hizo merecimientos para llevarse la victoria.