GUANAJUATO, GTO.- Toda una lucha de poder libran el Ayuntamiento de la ciudad de los cerros y montañas, el INAH y los restauranteros sobre las mesas y sillas que, como viruela, se esparcieron poco a poco en el centro histórico de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Los dimes y diretes comenzaron en abril del 2014, cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) pidió a la administración municipal que encabezó el ex alcalde Güicho Gutiérrez, limpiar la imagen de la ciudad y eliminar lonas, estorbos, estatuas,  letreros, cercas y objetos de la calle, porque afectaban la imagen visual.

Pero puso el dedo en la llaga, ya que acentuó que algunos restaurantes y bares no tenían permisos para sus mesas en la calle y tampoco se le pidió ni la opinión al INAH.

El tiempo pasó y Güicho heredó la batalla al actual alcalde Edgar Castro Cerrillo, quien recibió el 10 de noviembre del 2015 una segunda notificación del INAH para recomendarle regular los locales porque incumplían la norma.

El conflicto se puso de color de hormiga a principios de este julio, pues el INAH ahora les leyó la cartilla a 21 locales que se hacen de un buen varo por las mesas y sillas con que extendieron sus negocios a la intemperie, y les exigió retirar su mobiliario.

En su defensa, los restauranteros de la Canirac exigieron la cabeza del delegado del INAH, Sergio Tovar Alvarado, y del síndico Ramón Izaguirre, con el argumento de que tomaban decisiones radicales, políticas, retrógradas, exageradas y personales en el tema.

Incluso el dire de la Cultura Estatal, Juan Alcocer Flores, le entró al quite pero a favor del INAH porque señala que las mesas y la enorme sombrilla que está a un lado del Teatro Juárez estorban la salida de emergencia y pues afean totalmente la vista del centenario edificio porfiriano.

Por eso Alcocer ya también exigió al gobierno del chaparrito Edgar pues que aplique la ley y retire a las sillas y sus mesas para que la gente vuelva a caminar con comodidad por la ciudad.

La bolita está en la mesa, y al parecer será mañana jueves cuando en sesión el Ayuntamiento del priista Edgar Castro decida si le da su visto bueno al dictamen del INAH, o éste les hace lo que el aire a Juárez.