LEÓN, GTO.- El hubiera no existe en el futbol ni en la vida, León tuvo que conformarse con un empate ante Atlas en el Nou Camp tras un partido en el que generó opciones, hubo peligro, pero no hubo suerte para marcar. Todo terminó con un 1-1.

Desde el arranque del encuentro los Zorros fijaron su postura, no venían precisamente a proponer pero no desaprovecharían cualquier oportunidad para generar chancitas con un contragolpe o latigazos que exigían al máximo a sus delanteros.

Casi como si fuera una calca del gol que recibieron ante Bravos hace un par de semanas, la zaga falló dejando espacios descubiertos y le dieron la oportunidad a Ismael Govea para disparar desde afuera del área, así cayó el primer gol a favor de la visita.

Tras la anotación, los Rojinegros se concentraron en defender su área aunque siguieron apostando a los contragolpes; León por su parte buscó la manera de igualar pero la férrea defensiva atlista contuvo cada oportunidad y terminaron por irse al descanso con la desventaja.

Para el complemento, los verdes volvieron a buscar la suya con Yairo Moreno; apenas a la segunda jugada del segundo tiempo, y gracias a la insistencia del colombiano, La Fiera consiguió el empate con un disparo cruzado desde fuera del área que curiosamente se pareció bastante al tanto del Atlas en la primera mitad. Yairo bailó para celebrar el 1-1.

El duelo a partir de ahí tuvo lapsos de intensidad, de peligro, de llegadas; Leo Ramos, que vino desde el banquillo, se perdió una clara de frente ante el cancerbero Rojinegro Camilo Vargas; más tarde en otro mano a mano, Ismael Sosa se equivocó de forma fea y tiró desviado con la meta prácticamente abierta. Atlas también tuvo las suyas pero nada. El duelo estaba destinado a un empate a unos.

León repartió puntos en casa, en un duelo que bien pudo haber terminado con marcador favorable; ahora buscará el triunfo y quizá el liderato general, en el encuentro del viernes ante Puebla.