Por: Betto Martínez.

El excatedrático de la Universidad de Guanajuato Juan Miguel Ramírez Sánchez, quien desde hace 14 años fungía como docente en el campus Celaya-Salvatierra, resultó que ni licenciado era, aun así intentó contender por la dirección del campus en mención.

Lo malo para él fue que le pusieron dedo y un recadito anónimo alertó a la mesa directiva, que se puso las pilas y en efecto comprobó en la Universidad de Puebla, de donde según era egresado, no habría antecedente de que hubiera pasado por ahí.

Al verse descubierto “el profe”, no le quedó más que disculparse y presentar su renuncia; de cualquier modo, a decir del Rector General de la UG, José Manuel Cabrera Sixto, el caso ya se turnó al Ministerio Público de Celaya para que le echen el guante, si así lo amerita.

Y como después del niño ahogado hay que tapar el pozo, el mero mero de la máxima casa de estudios ya giró órdenes para que se pongan candados en el ingreso de nuevos docentes

Además ordenó los comités de ingreso y permanencia, le den una peinada a los documentos de todo el personal para ver si no hay algún otro instructor de chocolate, aunque este fue el primer caso y esperan que sea el  único.