El caso de Los Porkys, donde todos los involucrados son hijos de empresarios influyentes, encendió el debate sobre la impunidad de los poderosos

CIUDAD DE MÉXICO.- De pena ajena, morros. Resulta que el Diego Cruz, de 21 años —uno de los cuatro jóvenes acusados de violar a una menor en Veracruz y conocidos como Los Porkys— fue absuelto a dos meses de que España ordenara su extradición.

Y tenía que ser… ya que un juez federal mexicano ordenó que éste sea liberado porque, lean bien, banda: “no hay pruebas suficientes para considerar que cometió pederastia”.

“Con este amparo cualquiera podría tocar a una niña sin consecuencias penales”, contó el padre de la víctima a medios internacionales tras conocer el fallo.

Cruz fue el segundo detenido de los de los cuatro implicados que abusaron a la menor Daphne Fernández. Y cuando el caso alcanzó altas cotas de indignación pública, el muy valiente huyó de México y fue cuando la Justicia mexicana pidió una orden de captura a la Interpol. Fue detenido en Madrid en junio del año pasado mientras salía de fiesta con unos amigos.

Después de meses de batallas legales en España para intentar frenar su extradición, la Audiencia Nacional decretó que fuera entregado a nuestro país. Pero de nada sirvió ya que dos meses después, la misma Justicia que pidió su captura, hoy 28 de marzo, decretó su absolución.

FUENTE: internacional.elpais.com