LEÓN, Gto.- Méndigas abuelitas siempre tienen razón. Bien dicen que los tiempos cambian, que estos muchachos ya no son como los de antes… al León le queda claro, la Fiera no ganaba en Toluca desde 1997. La estadística se quedó hasta ahí.

Con otra enorme demostración de inteligencia futbolera, la Fiera se metió a la final de la Liga MX tras derrotar al Toluca por la mínima en el Nemesio Diez y aseguró su lugar para pelear por el histórico bicampeonato.

Inicio fuerte

El Diablo en un inicio puso las condiciones. En el infierno… bueno, en su versión más terrenal posible, los escarlatas comenzaron el duelo con una intrigante postura ofensiva que le dio un par de opciones interesantes aunque nada se concretó pese a los manoteos, pataleos y gritos intensos de José Saturnino Cardozo.

Y es que la situación de partido tenía que ser así, León, con una tensa calma, necesitaba solamente un gol para obligar a los Choriceros (sin albur) a hacer tres goles para alcanzar el tan ansiado boleto a la final ante los Tuzos que ya esperaban rival.

Pese al buen juego, la impotencia de los toluqueños se evidenció en dos que tres leñazos fieles al barrio, salvajones, patines bien dados, uno de ellos terminó por lesionar a Elías Hernández cuya salida propició, para su mala suerte, el cambio que le dio una nueva cara a la Fiera gracias al ingreso de José María Cárdenas.

A lo “Gullit” pero… ¿y el penal?

No se puede pasar por alto la controversia del partido. Y es que luego de tres minutos de inicio de la parte complementaria, Carlos Esquivel fue derribado dentro del área por José Juan Vázquez, sin embargo el árbitro del encuentro no se animó a señalar la pena máxima, otros tres minutos más tarde llegaría el hecho que cambiaría la historia del partido.

Dejando de lado la polémica hay que saber reconocer, Peña se vistió de héroe. Si la presión estaba sobre él, sacó eso que se necesita para ganar un partido de esta categoría -y que no es precisamente nivel- para sacarse la malaria, el “Gullit” se lució con el tan esperado gol de la calificación.

Con un remate de esos que le duelen a los porteros, y que para suerte de Talavera esta vez no fue en la cara, el 27 de los Verdes bombeó la pelota para dejar sin posibilidad al cancerbero escarlata que neta nomás no aplaudió porque los guantes le estorbaron, porque el golazo lo vio en primera fila.

De ahí en adelante Toluca la apedreó el rancho a lo gacho a los Verdes, tiros de lejos, de cerca, remates de cabeza, disparos al travesaño, hubo de todo… menos el gol.

Tras los 90, León la rompió, pero la rompió en serio. En un hecho histórico para la institución, los Verdes se metieron a la final de la Liga MX donde se enfrentarán al Pachuca, su “hermano mayor”, como dice la banda, por ser del mismo grupo empresarial que la Fiera.

Foto: Imago 7