NUEVA YORK, E.U.- El cambio climático puso en estado de emergencia a la Gran Manzana, pues desde la tarde del lunes ha padecido la denominada “tormenta perfecta”.

El alcalde Bill De Blasio pide que la gente se quede en casa, pues la multa por circular más allá de las once de la noche es de 300 dólares, más de 7 mil 700 vuelos fueron cancelados y millones de personas han sido afectadas por la nevada, el fuerte viento y las bajas temperaturas.

Además fuertes vientos azotaron el nordeste del país con ráfagas de entre 15 y 25 millas por hora.

El lunes la actividad en la zona quedó congelada, literal, pues las autoridades ordenaron a los trabajadores volver pronto a casa, prohibieron los desplazamientos, cerraron puentes y túneles y organizaron grandes patrullajes para despejar nieve.

Este martes por la mañana comenzó a nevar de forma ligera en un Manhattan que mostraba un inquietante aspecto que recordaba a los momentos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001: Sin aviones en el cielo, una calma inesperada.

“Me parece que el problema es más el viento que la nieve en sí. Se hace duro caminar y hace mucho, mucho frío. No creo que lo exageraran. Es como la situación con el ébola”, dijo un helado ciudadano.

Por su parte, los residentes de la costa se prepararon para el temporal y la posibilidad de inundaciones y erosión en las playas, especialmente en Nueva Jersey y Cape Cod en Massachusetts.