CDMX.- Petróleos Mexicanos presentó desabasto en 60% de sus Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR´s), situación que afecta a 26 estados; lo anterior hasta el 15 de marzo.
Lo anterior lo publicó en su portal Web el periódico Excelsión de acuerdo con documentos de la empresa, al señalar que en 45 de las 78 TAR´s existentes. se argumenta que los principales motivos de la falta de combustible es la insuficiencia de autotanques (pipas) o los poliductos fuera de operación.
En enero, cuando se vivía la primera crisis de desabasto, se reportaba la insuficiencia de autotanques en sólo seis TAR´s, sin embargo, el conflicto se reporta ya en 15.
Las 78 TAR´s a cargo de Pemex Logística, son el intermediario entre la refinación e importación de combustibles y las 11 mil 013 estaciones de servicio en México.
Entre las entidades afectadas por la falta de producto en todas las terminales de su territorio, están cuatro que encabezan la lista de tomas clandestinas: Hidalgo, Puebla, Estado de México y Jalisco.
La mayoría de las Terminales de Almacenamiento descargan el combustible solamente a través de pipas.
“Los costos por mover el combustible en autotanques, en lugar de por ducto, se elevan hasta 14 veces”, calculó Carlos Pani Espinosa, director de la consultora Carlos Pani y Asociados y exfuncionario de Pemex.
Pani aseguró que una estrategia previa al cierre de los ductos podría haber sido atacar la ordeña desde dentro de las refinerías.
El 81 aniversario de la expropiación petrolera sorprende a la empresa con una crisis que amenaza con descontrolarse; por ejemplo, en enero se reportó insuficiencia de autotanques en seis entidades, pero el problema afecta ya a 15.
En prácticamente todas las TAR´s en las que se notifica falta del producto se expone que los principales motivos son la insuficiencia de autotanques (pipas) para el traspaso del combustible o poliductos fuera de operación.
Este reporte por parte de las TAR´s como ‘intermitencia’ o ‘suspensión permanente de poliducto’ se origina cuando la petrolera corta el flujo de los hidrocarburos para evitar perforaciones — o repararlas— hechas por huachicoleros, que obliga a Pemex a sustituir los ductos por pipas para transportar el combustible.
En enero, cuando en México se vivía la crisis de desabasto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se reportaba la insuficiencia de autotanques en sólo seis entidades, pero ahora el problema afecta ya a 15 terminales.
Las Terminales de Almacenamiento con reporte de falta de producto por la falta de pipas son Aguascalientes, Sabinas, Monclova, Saltillo, Durango, Toluca, Zamora, Uruapan, Tepic, Oaxaca, Tehuacán, Querétaro, Ciudad Valles, Guamúchil, Ciudad Victoria, Perote, Tierra Blanca, Villahermosa y Zacatecas.
El problema se agudizó en 15 de los 25 estados con falta de producto (Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco y Zacatecas), porque muchos clientes se vieron forzados a desplazarse a otras entidades para adquirir diesel, gasolina Magna y/o Premium, porque en las TA ubicadas en sus territorios simplemente no había suficiente de uno o varios de estos productos.
En estos estados se concentra casi la mitad de las 12 mil 581 tomas clandestinas registradas de enero a octubre de 2018, según las cifras de Petróleos Mexicanos.
“El problema de fondo, que es la corrupción, está lejos de resolverse, pues es imposible mantener los ductos cerrados y a los soldados y marinos desplegados continuamente sobre las rutas de los ductos. Es difícil desmantelar esta actividad, dado que los criminales comercian con la necesidad de las poblaciones más desfavorecidas del país”, concluyó José Ignacio Montero Vieira, autor de la investigación Expansión del robo de combustible en México: de actividad delictiva a fenómeno criminal, publicada por el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa de España.
El verdadero rostro de la veintena de municipios, denominados pueblos huachicoleros, que atraviesan el ducto Tuxpan-Azcapotzalco, es de zonas rurales, con menos de cien mil habitantes, extremadamente fragmentados, con decenas de localidades, sin infraestructura y con una pobreza que alcanza a 80 por ciento de la población, y donde 40 por ciento está inmerso en la pobreza extrema, de acuerdo con los más reciente indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).