CELAYA.- Entre 50 y 60 millones de varos fueron robados durante la madrugada de este viernes en un Bancomer de esa mítica y pacífica ciudad guanajuatense llamada Celaya.

Como se trata de una nota policiaca y la neta no te andamos manejando lo que viene siendo la jerga esa de policías especializados y reporteros celosos de fuente, decidimos reproducir íntegro un comentario extremadamente técnico a cargo de Antonio Martínez Rodríguez, a quienes los celayenses le pagan por impedir cosas como estas.

“Tuvimos conocimiento de un boquetazo al banco Bancomer, el ubicado en Abasolo y Bulevar, nos llega aproximadamente a las cuatro de la mañana donde al arribar la unidad se entrevista con el vigilante el cual manifiesta que entre las doce y doce y media llegó un grupo armado los cuales lo amagan a él y a otros 33 trabajadores que había en el interior del banco”, dijo Antonio Martínez.

Calma banda, no se asusten, aquí les va la traducción contrapuntera.

El jefe policiaco quiso decir que como a las 4 de la mañana recibieron un reporte de robo en el Bancomer que se encuentra en la esquina de la calle Abasolo y el bulevar Adolfo López Mateos.

Explica que el atraco se dio mediante la utilización de una silenciosa, nada llamativa y rápida técnica europea llamada “boquetazo”, que no es otra cosa más que hacer un hoyo en la pared a media noche.

En fin, sus muchachos se fueron en friega hasta el lugar y, al llegar, un vigilante les contó todo lo ocurrido.

Las revelaciones del empleado de seguridad, tal y como las plantea Martínez Rodríguez, son… ¿cómo decirlo?… mmm…. ¡exóticas!

Chequen. Según esto, el vigilante le dijo a los tiras que entre las 12 y 12:30 de la noche un grupo armado de bandoleros los toma por sorpresa a él y a 33 personajes más que, a esas horas, andaban chambeando en el banco.

Así es, ninguno de los 34 trabajadores del banco, la mayoría de ellos clavados en remodelaciones al changarro, se dieron cuenta de que unos fulanos estaban haciendo un boquete en una de las paredes del lugar y por ello fueron sorprendidos.

Acto seguido, los chicos malos tomaron entre 50 y 60 millones de pesos para después, como dicen los compañeros de la fuente, “darse a la fuga”.

Obviamente el vigilante y sus 33 compañeros de chamba, todos preocupados y atingentes, reportaron a la Policía el sórdido atraco ¡cuatro horas después de ocurrido!

Hay que decir que pa la tira ya fue muy difícil capturar a los nuevos millonarios, así que se dedicaron a realizar operativos de búsqueda y a recabar información.

En esas andaban, cuando se percataron de algo terriblemente sospechoso; que el sistema de alarma del banco no funcionaba… ¡qué barbaridad!

Al respecto el alcalde de la ciudad, Ismael “soy tan adorable” Pérez Ordaz , tuvo que hacer frente a los cuestionamientos sobre este hecho de inseguridad, y sin esperar conclusión de los trabajos de investigación, aportó su amplio conocimiento en criminalística al argumentar que, quizá, el robo pudo haber sido porque el banco estaba en remodelación.

Habrá qué preguntarle de nuevo al vigilante y a sus 33 compañeros pa ver si se apuntala la hipótesis del alcalde, en una de esas y pega.

Antonio Martínez Rodríguez, jefe de policía en Celaya.