¿Qué les puedo decir? Todo un perro colado, y me encuentro que buscando tortillas hallé pasteles. Y es que este señor, resulta ser además, alguien que ha crecido muchísimo en el cine y se suma a las causas sociales en contra de imposiciones siniestras, en contra del abuso en todas sus formas y siempre a favor de la raza. Este es un cuate a toda madre.

En conferencia magistral nos compartió su experiencia en el mundo de la actuación. Habló de lo triste que resulta ser la edición de películas cuando sucede por cuestiones políticas, especialmente, pero que sin embargo en ocasiones es necesaria por la historia misma, y en otras se trata de alguien que sabe por qué decide realizarla por el bien de la producción. La edición es un corte, es quitar algo, no importa por qué, los cortes no siempre son buenos, pues a veces es como callar a alguien que está hablando, pero también hay momentos para callar.

Sobre la magia en el teatro, también abrió el capítulo de la experiencia personal para hablar de las cosas raras que ocurren al interior del actor cuando realmente ‘se la cree’ tomando al personaje que representa. Muy interesante que también saliera al tema aquello, cuando hablaba de Sheakespeare, tal parece ser que la magia de una invocación puede provenir de la magia en la representación.

Acerca del compromiso social y el cine, comentó que no todo el cine tiene que tener un compromiso social, pero el compromiso social debe de empujarse y debe de verse porque se dé. Claro que debe haber conciencia en el cine. Como actor, con la mano en el corazón, nos comparte lo importante que es la ayuda entre quienes se dedican a la profesión, nos muestra que recuerda con cariño sus primeros pininos y también sus primeros tumbos por la escuela, pues él iba para físico, pasó por la escuela de filosofía, y finalmente se decidió por la actuación. El hombre en vivo y sin tapujos. Así que ya saben, raza, si les late con fuerza dedicarse al teatro y el cine, háganlo, pase lo que pase, que los agarre la suerte trabajando. Stay metal, be metal.

Con cariño, su amigo, Riff Raff

Foto: Cortesía de Raúl Ortiz