LEÓN, GTO.- Con el derrumbe de dos hornos tradicionales de ladrillos comenzó la reconversión del sector ladrillero en León, y en el estado de Guanajuato.

Los hornos, que generaban hasta 40 mil ladrillos al mes, eran propiedad de Javier Gómez Vega, un habitante de Ladrilleras del Refugio que decidió dejar de producir el tradicional ladrillo rojo, por el bloque de cemento.

Para llegar a ese punto, Javier tuvo que confiar en las autoridades estatales y municipales, quienes a cambio de la reconversión, le apoyaron para edificar su propia bloquera.

También tendrá escrituras de la casa que él mismo edificó para su familia a un costado del antiguo horno.

Javier es ya un agente de cambio en la comunidad y se espera que el resto de los productores sigan sus pasos, no solamente para convertirse en productores de bloques de cemento, sino dueños de sus propios negocios e incluso empleados de empresas interesadas en apoyarlos.

La secretaria de Medio Ambiente y Territorial del Estado de Guanajuato, Marisa Ortiz, dijo que con el derribo de este primer horno se estará evitando la quema de 84 toneladas de biomasa, que significan reducir 136 toneladas de CO2 al año, o como si 27 vehículos dejarán de funcionar durante un año.

Actualmente, existen 280 hornos ladrilleros ubicados en todo el estado. Las autoridades buscan la reconversión de cada uno de ellos, tanto en bloqueras, como en hornos ecológicos financiados por el estado.