INDÍGENAS OAXAQUEÑOS SE OPONEN A PROYECTO DE ENERGÍA EÓLICA
OAXACA.- Una de las regiones con mayor potencial eólico del mundo, en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, verá la construcción de 132 aerogeneradores en 5 mil 332 hectáreas, luego que los habitantes del área aprobaron el enorme proyecto de energía, aseguró el estado mexicano de Oaxaca, pero colectivos indígenas de la zona mantienen su oposición al proyecto y que todo es un engaño.
La consulta “fue una farsa”, dijo Rodrigo Peñalosa, integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo.
El proyecto, llamado “Eólica del Sur”, estuvo paralizado varios años debido a la oposición de sectores indígenas. Está situado entre el Golfo de México y el Océano Pacífico, una zona habitada en su mayoría por indígenas.
“Después de un amplio debate y de participación ciudadana realizada a través de la Consulta Indígena, se aprobó la realización de este trascendente proyecto de energías renovables en el municipio de Juchitán”, aseguró el gobierno de Oaxaca en un comunicado el viernes.
De acuerdo con las autoridades, el parque generaría 396 megavatios y permitirá reducir los costes de la electricidad en un 45%, conllevará “el desarrollo social y productivo” de esta zona del país con altos niveles de pobreza y permitirá hacer “obras de infraestructura social básica y productiva”.
El dirigente indígena Peñalosa denunció que la consulta no fue ni libre, ni previa, ni informada, los tres requisitos que exigen los convenios internacionales en materia indígena, y que fue “manipulada” desde el principio porque se controló la agenda, los temas a tratar y la gente a la que se informó, ya que no se convocó a aquellas organizaciones críticas al proyecto.
Los colectivos indígenas del istmo ya paralizaron una vez un proyecto anterior, llamado “Mareña Renovable”. Por medio de fuertes protestas y movilizaciones a finales de 2012, en aquel momento lograron que los tribunales dieran la razón a los indígenas y ordenaran paralizar la iniciativa.
Según organismos activistas locales, los promotores de Mareña rediseñaron el proyecto para convertirlo en “Eólica del Sur”, el ahora aprobado.
Algunos habitantes afectados están satisfechos con haber vendido o rentado sus tierras a las energéticas. Otros, sin embargo, han denunciado haber sido engañados en los contratos, y las comunidades indígenas están preocupadas porque creen que los aerogeneradores van a afectar la pesca, principal fuente de ingresos en muchos lugares, que las mejoras de infraestructura nunca benefician a los indígenas y que las vibraciones y el sonido de los molinos afectan a la salud.