ÍDOLOS CON PIES DE BARRO / por: Gerardo Mares
León, Gto.- Por alguna extraña razón, nunca había realizado un acercamiento chorero al universo de las adaptaciones cinematográficas de Batman, el ícono de la Detective Comics que aunque les duela a los fanáticos del imaginario de la Marvel, llevó a la madurez temática a una corriente cinematográfica (ya casi un género) que usualmente es percibido por los no iniciados, como mero entretenimiento infantil de escasa valía propositiva.
No ha sido así al menos en los trabajos firmados por Tim Burton y que a pesar de los dos penosos resbalones propinados por Joel Schumacher, la trilogía realizada por Christopher Nolan, se dio el lujo de revitalizar y poner a la vanguardia, con una declarada tendencia de cine negro, un personaje que había caído en los excesos naïves y la velada chacota posmoderna de Batman Forever (1995) y Batman y Robin (1997), culpa del director de The Lost Boys.
Pues bien, The Dark Knigth Rises es la versión para cine de alguna parte de la célebre y sustanciosa aportación gráfica de Frank Miller para este ícono pulp, así que con tal influencia creativa, hasta es comprensible que algunas personas sensibles hayan abandonado la sala por una visión tan tétrica y sórdida como pocas, muy parecida en intenciones, pero sin llegar a los excesos sanguinolentos de Watchmen (2009) de Zack Snyder, adaptación a su vez de la obra de otro de los iconoclastas gamberros del comic de nuevo milenio, Alan Moore; parodia cruda de The Justice League.
En la presente cinta que nos ocupa, bien puede apreciarse como el fin du cycle tocando un tema intrigante: la fuerza de los mitos. Batman y su alter ego Bruce Wayne, que han pasado de ser figuras reverenciadas y con cierta respetabilidad social, después del duelo con el Guasón, se encierran en sí mismo, aquejado por la culpa de la muerte de Rachel, el desafortunado destino del desfigurado Harvey (Dos Caras) Dent y sobre todo, del daño irreversible en su cuerpo por la épica batalla librada contra el submundo criminal.
Este Batman es un ídolo frágil con pies de barro cuya sociedad de Gotham City no extraña, un héroe destartalado en tiempos de paz a quien Bane, por vía de una historia personal de epopeya, con la fuerza de su propio mito sobreviviendo y escapando de la inusual prisión feudal en que se encontraba confinado, propina al vigilante nocturno, una feroz paliza hasta casi romperle la espina dorsal, dejándolo paralítico. Al fracturar la máscara del murciélago, Bane resquebraja también la leyenda de su oponente y emerge a cambio, una fuerza de la naturaleza caótica, imprevisible, destructiva y anárquica. Estableciendo un paralelismo en la fuerza de los contrarios, el realizador inglés, amarrado por sus propias limitantes dramáticas, no se anima, como sí se atrevió Tim Burton en su tiempo, convertir a un paladín de la justicia en un merodeador con los ánimos de un vengador anónimo, dado que el marco del terrorismo interno, no sólo lo hubiera justificado, sino que hasta luce francamente necesario; una ética que no duda en utilizar Selina Kyle para su beneficio y supervivencia.
Llevando al extremo la propuesta hiperreal de la trilogía, o sea, más allá de la realidad tangible, con unas secuencias que estremecen como la escena de los cadáveres de los rebeldes colgados, la caracterización de Bane con un cuerpo escarificado y una voz que parece surgir desde el inframundo, la propia crueldad de una sociedad maniatada por fuerzas opresoras casi titánicas o el dolor sincero de Alfred como consciencia del propio Bruce Wayne manifestando el anacronismo de un héroe en un mundo donde la aplicación de la justicia responde a
cánones más sutiles, profundos u otros de plano envilecidos por la política que la propia percepción del personaje epónimo, la fuerza e inteligencia que desprende esta interesante y entretenida cinta, ha logrado lo que parece un milagro: mantener la boca cerrada y los celulares apagados de los desconsiderados espectadores que suelen pulular por las salas de la ciudad. Y hasta algunos aplausos se mereció la obra al final de la proyección. Y eso, no son logros menores en el cine de hoy en día.
Batman: El Caballero de la Noche Asciende (The Dark Knigth Rises)/ D: Christopher Nolan/ G:
Christopher Nolan, Jonathan Nolan/ F en C: Wally Pfister/ E: Lee Smith/ M: Hans Zimmer/ Con:
Christian Bale, Gary Oldman, Tom Hardy, Joseph Gordon-Levitt, Anne Hathaway, Marion Cotillard,
Morgan Freeman y Michael Caine/ P: Warner Bross Pictures, DC Entertainment, Legendary Pictures,
Syncope. EUA. 2012.