Hay un viaje que muchos cinéfilos realizamos, es como tener un mapa donde hay atracciones a las que inevitablemente llegaremos; esto pasa mucho en el cine de terror, género que funciona como una montaña rusa: Queremos más, queremos algo que nos sorprenda y nos deje temblando.

Así que de manera habitual, todos pasamos por Holocausto Caníbal; somos valientes y buscamos eso que se nos ponga de frente y nos haga voltear los ojos. En este caso, diría que la película logra hacer esto, pero no necesariamente por los méritos del género, sino por su valor controversial y de mal gusto.

Un equipo de documentalistas (si es que existe la palabra) van a una expedición al Amazonas, con la intención de filmar las tribus y las costumbres, desgraciadamente el equipo se pierde y no hay contacto alguno o rastro que indique que  estén vivos. En Nueva York, un antropólogo llamado Harold Monroe es el encargado de ir a buscar al equipo.

Interpretado por Robert Kerman, recordado por “Debbie Does Dallas” y “Debbie Does Dallas 2”, películas pornográficas de culto.

El equipo llega al amazonas, y se encuentra con varias tribus que se encontraron con el equipo, aunque no de manera amigable. Resulta que las tribus son hostiles con los foráneos debido a que el anterior equipo los trató de manera cruel y violenta; la primera tribu les da a notar que fueron en busca de los Shamatari, otrora tribu caníbal. Así que el equipo decide ir a lo más profundo del bosque para buscar a los caníbales. Los encuentran, y se ganan su confianza, para luego descubrir con horror, los cadáveres y equipo de filmación de los desaparecidos.

Es entonces que la película cambia, y se vuelve un registro de qué fue lo que filmaron estos sujetos, y el por qué de sus muertes, mostrando un lado oscuro del ser humano y dejándonos perplejos como audiencia, tras ver las acciones de Alan Yates, Faye Daniels, Jack Anders y Mark Tomaso.

“Desgraciados” es una palabra que les queda corta.

Los italianos eran unos maestros del género “exploitation”, donde pasaron por un gran número de etapas, siendo la de los caníbales una etapa que abarcó desde los 70’s hasta fines de los 80’s. Holocausto Caníbal no fue la primera del género…es más, su director Ruggero Deodato ya había tenido experiencia en el género con un anterior filme de este tipo (Ultimo Mondo Canibale, 1977). Pero Holocausto Caníbal cuenta con la peculiaridad de ser la primera película que se vale del género “found-footage”, género que en nuestros tiempos es el pan de todos los días en las películas de terror.

La segunda película de Deodato en el género caníbal, es una película que tiene una crítica interesante a los medios y en aquel entonces género de moda, el “Mondo”. En esta película critica qué tan maleable puede ser la verdad presentada en un documental, y el qué tan lejos puede llegar un equipo de producción de este tipo para obtener las tomas necesarias. Este mensaje me parece que es más fuerte en estos tiempos; con nuestra sensibilidad más abatida que otra generación, vemos violencia todos los días y esto vende de manera espectacular tanto en los medios como en las páginas que se alzan como filmotecas de estos sucesos.

En este caso, Rugero Deodato hizo una película que retumba más en nuestros tiempos con su mensaje.

Lo que me parece grotesco y fuera de sentido y crítica, es la violencia a los animales; defensores de estos y aquellos de estómago débil, aléjense de esta película, porque si bien la película es violenta con los humanos, las escenas más impactantes son contra estos. Y todo esto no tiene alguna otra finalidad mas que la de hacer (a los de por sí) odiosos a los protagonistas del filme, pero uno se queda pensando si pudieron haber logrado esto con efectos especiales y no matando a tanto animal en cámara. Dada la experiencia de Deodato y el género tanto Mondo como el Caníbal, dónde se mataban animales para lograr este cometido, no me creo que esto sea una forma de expresar la violencia de la sociedad ni nada…es meramente “shock value” y de muy mal gusto y lo peor, hace que la película se vuelva hipócrita a la hora de dar un mensaje.

Aunque, debo admitir que estas escenas no se le deben censurar al producto final; sí, no me gustan, y a miles de personas también le desagradan, pero es un registro de la época y de qué se hacía sin las limitantes legales frente a los animales. Además, si se le censurara esto, también a un gran número de películas que incluyen esto y no son severamente criticadas por esto, como “Apocalipsis Ahora” (Francis Ford Coppola, 1979). No a la censura de anteriores filmes y sí al cuidado de productos presentes  y a futuro.

Así que si no quieres saber cómo son las tortugas dentro de su caparazón y degolladas, no es la película para ti.

Aún así, la película tiene elementos positivos; el acabado visual de la película tiene su encanto, quizás es por las versiones que he visto, pero Holocausto Caníbal se beneficia de qué tan dañado esté el material visual, le da un aire más legendario y de que encontraste una película que nunca debiste ver (He leído que la restauración en Blu Ray es muy buena, habrá qué ver.). Además de los efectos de la película, cuando se lo proponen, pueden hacer maravillas con estos, como una mujer empalada que se ve tan realista que llevó a Deodato a juicio con alegatos de homicidio.

Pero lo que más rescato de la película, es su excelente “score” del reciente fallecido Riz Ortolani; es un gran contraste con la imagen presente en pantalla. En ocasiones rítmico, lleno de tracks muy con estilo funky, de jazz, y bastante hipnotizante; y en ocasiones con sonidos de sintetizador bastante atemorizantes.

Es una rareza de trabajo, bastante agradable para el oído de todo melómano, y genial para escuchar y relajarse (Nada como responder el “¿qué estás oyendo? con un “oh, estaba escuchando Holocausto Caníbal”)

Se necesita de un genio, o ser un compositor que no sabe ni un carajo del proyecto para terminar con esta música, Riz Ortolani, maldito genio.

No es una película que frecuente ver muchas veces, me parece muy desagradable, rompe los extremos divertidos de una película de explotación y gore, para volverse una especie de mensaje crítico no muy desarrollado. Y a pesar de esto y de no ser de mi agrado, nunca niego su brutalidad, me recuerda una época, donde los límites eran pocos a la hora de filmar; por eso y por el estilo que todavía nos azota como el único en el género de terror, un extraño felicidades, Holocausto Caníbal.